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Todo cambia cuando mejoras el concepto de ti mismo

por Francisco Alcaide Hernandez

La mente ordena y el cuerpo hace. Todo movimiento corporal (o su ausencia) es producto de un pensamiento, que no es otra cosa que un impulso de energía que nos lleva a actuar (no actuar) de una determinada manera.Nuestra mente actúa según el concepto que tengamos de nosotros mismos. Nada influye tanto en nuestro comportamiento como la creencia sobre nuestra capacidad para hacer algo. Si estoy convencido de que puedo hacerlo, me pondré en marcha y adquiriré las capacidades para hacerlo, aunque no las tenga al principio; y si no estoy convencido de que puedo hacer algo ocurrirá todo lo contrario.

Ya vimos hace poco que el mejor momento para hacer una venta es después de haber hecho otra venta. ¿Por qué? Porque después de cerrar una venta, la autoestima, la confianza en uno mismo, crece y ese estado mental nos predispone a actuar de cierta manera ‘ganadora’. El éxito es, antes de nada, un estado de la mente. Ello lo contábamos en el siguiente post.
Ralph Waldo Emerson, uno de los autores incluidos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 8ª edición), siempre decía que «la confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito, y en la confianza en uno mismo están comprendidas todas las demás virtudes». ¿Por qué? Porque cuando uno tiene confianza (fe) en sí mismo, esa confianza (fe) te impulsa a adquirir todo lo necesario para llegar donde quieres llegar: conocimientos, habilidades, herramientas y personas. Lo expresaremos de esta manera:

Existe una relación directa entre el concepto que tienes sobre ti mismo por una parte, y tu conducta y efectividad, por la otra. Siempre actúas por fuera de manera congruente con el concepto tuyo por dentro. No puedes ganar en el mundo exterior más de lo que ganas en tu mundo interior. Por eso, todo cambio o mejora en tu vida comienza cuando alteras y mejoras el concepto que tienes de ti mismo. Todo en esta vida se basa en aumentar la confianza en uno mismo, que redundará de manera positiva a la hora de vender, de hablar en público, de relacionarte con otras personas. La manera en la que ves y piensas sobre ti influye en todas las áreas de tu vida.

Louise Hay, autora del fantástico libro El poder está dentro de ti, lo expresa con claridad: «La principal debilidad humana es que nos infravaloramos. El principal problema que aqueja a la gente es que cree que no son suficientemente buenos». Es considerarse menos que otras personas, de tener el convencimiento de que los demás son mejores. Todos los problemas nacen de ahí. No es nuestra incapacidad para hacer algo sino la creencia de que no somos capaces. No es casual que la escritora concluya: «Sólo hay una cosa que sana todo problema: amarse a uno mismo. Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tu vida por dentro».
La pregunta es inmediata: ¿Cómo puedo aumentar la confianza en mismo? ¿Cómo puedo sentirme más seguro? ¿Cómo puedo creer más en mí? ¿Cómo puedo mejorar el concepto de mí mismo? Apuntamos sólo cinco claves y hay otras tantas en un capítulo específico en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición):
1. A MAYOR CONOCIMIENTO, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Estudia, estudia y estudia. Lee, asiste a seminarios, ve vídeos sobre aquello que te interesa: ventas, networking, hablar en público… Empezarás a descubrir tips y claves que no habías caído en la cuenta, y tomarás conciencia de que son importantes, y a partir de saber las causas (porqués) de muchas cosas, empezarás a entender cosas que antes no sabías porque ocurrían y ello te da un cierto poder al ser capaz de gestionarlo oportunamente. No puedes cambiar lo que desconoces. Muchas veces lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa. A medida que ganes en conocimiento, ganarás en seguridad.
2. A MAYOR EXPERIENCIA, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
El conocimiento es importante porque te da herramientas que desconocías, pero el éxito no está en saber sino en hacer. Puedes leer muchos libros sobre ventas o hablar en público, pero la seguridad se consolida cuando se pasa a la acción, de otro modo el conocimiento queda en una floritura intelectual. Saberse la teoría ahorra tiempo y da confianza, pero el control se gana con la experiencia, y la experiencia se gana con el error digerido por el feed-back. Hay que saltar al ruedo, y si uno por sí mismo no da el paso, hay que buscar alguien (coach, pareja, amigo, jefe…) que nos empuje. Luego hacer análisis de lo que se ha hecho bien, de lo que se ha hecho mal, cuáles son las causas y las medidas correctoras. La escritora Joy Browne decía: «El simple hecho de intentar algo (sólo estar ahí, lanzarse) es hacernos más valientes. La autoestima consiste en hacer». La acción alimenta la confianza; la indecisión y la duda alimentan el miedo. Actúa siempre. Sin acción no ocurre nada mágico en la vida. Se puede ganar o perder, pero nunca esperar a ver qué ocurre. A medida que se gana experiencia se tienen más inputs correctos sobre cómo hacer las cosas y, por tanto, más seguridad.
3. A MEJOR ENTORNO, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Lo hemos dicho muchas veces: hay entornos tóxicos y entornos estimulantes; entornos que aliemtan la confianza (en uno mismo) y entornos que alimentan el miedo; entornos que sacan lo mejor de uno y entornos que reprimen el potencial que todo ser humano atesora. Semanas atrás, en el post 10 claves del éxito de Xisela Aranda(@Xisela_Squash), seis veces consecutivas campeona de España de squash, contábamos como en un momento de su carrera, en el club deportivo al que pertenecía le empezaron a hacer la vida imposible (¿envidia?). Y ella se sentía fatal, poquita cosa, con una autoestima muy deteriorada. Fue cambiar de entorno (club deportivo) y todo cambio: pasó del infierno al cielo. Se sentía grande, ganadora, con fuerza. Ya lo decía Zig Ziglar, al que citábamos en el último post: «Mucha gente ha llegado más lejos de lo que pensaba que podía llegar porque alguien más pensó que podía hacerlo».
4. A MAYOR INCOMODIDAD PRACTICADA, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Cuanto más insegura es una persona, más necesitad tiene de moverse por su zona de confort. Le aterra fallar y equivocare, le aterra la incertidumbre, le aterra el rechazo. Cuantas más cosas hagas que te incomoden, más autoestima y seguridad ganarás en ti mismo. Es lo que Tim Ferriss, autor de La semana laboral de 4 horas, denomina practicar el arte de la incomodidad. Cada día haz una cosa (no veinte, sólo una) que te incomoda: cuando se discuta en grupo propón dónde se sale o come; habla con un desconocido; ponte en primera fila en un evento; cómete la última loncha de jamón (queso) del plato; quéjate cuando el servicio en un establecimiento no sea bueno sin dejarlo pasar; haz algo para destacar (¿hablar de sexo? ¿colgar una foto atrevida?), exponte a la crítica y acéptala sin inmutarte y demuéstrate tu control mental; busca que te rechacen y den calabazas de vez en cuando (¿un cliente? ¿una chica?); coge un camino no habitual de vuelta al trabajo…. Si practicas la incomodidad como rutina, empezarás a sentirte cómodo en la incomodidad, y por tanto, más seguro de ti mismo y como resultado, estés donde estés  y estés con quién estés, empezarás a afrontar cualquier situación con una cierta normalidad y mayor control. Y mayor seguridad (en ti mismo) y mayor control, mayor poder.
5. A MAYOR AUTOSUGESTIÓN POSITIVA, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Tu inconsciente gobierna tu vida. Creemos que a lo largo del día tomamos muchas decisiones de manera consciente, pero no nos damos cuenta que todas esas decisiones (lo que pensamos) están previamente condicionadas por nuestras creencias (lo que creemos). Nuestro inconsciente son nuestras creencias, ese software mental que se ejecuta de manera automática sin pedir explicaciones. Así que si quieres que tu vida mejore, trabaja tu inconsciente. Si no trabajas tu inconsciente, tus posibilidades de éxito son limitadas. Se trata de autogenerarte estados emocionales positivos. Sí, funciona. Primero, cómo te hablas a ti mismo. Date duchas de ánimo. Recuerda las palabras de Robin Sharma en el post O controlas tus miedos o tus miedos te controlan a ti, donde comenta uno de sus diez hábitos diarios: «A lo largo del día (particularmente en la ducha) hago declaraciones para mí mismo, lo que yo llamo ‘declaraciones de éxito’ que me permiten mantener mis pensamientos centrados en lo que es importante. Los pensamientos son los antecedentes de los actos, porque una forma correcta de pensar conduce a una forma correcta de actúa». Todos esos mensajes se irán filtrando poco a poco al inconsciente —como cuando plantas una semilla en un jardín—aunque al principio no lo percibas. Pero si sigues cultivando tu jardín de la mente verás tus frutos. La gente ganadora controla sus diálogos internos porque existe una tendencia natural de la mente a la prudencia, a lo negativo, al modo supervivencia. Trabaja tu mente  (inconsciente) y tu mente (inconsciente) trabajará para ti.
Fuente http://www.franciscoalcaide.com/2015/07/todo-cambio-en-tu-vida-comienza-cuando.html

Que recordar al inicio de cada dia

Doce cosas para recordar al inicio de cada mañana.
por María González

No siempre nos gusta  lo relacionado con nuestra , pero en el fondo tenemos que apreciar lo que tenemos y luchar por lo que queremos. una parte de nosotros cree que todo es posible. por eso, cada mañana es una oportunidad nueva para conseguir lo que queremos.

Sin embargo, no siempre tenemos todas los posibilidades al alcance de nuestra , incluso cuando están, hay veces que no sabemos utilizarlas. el problema es que elegimos creer lo contrario. elegimos creer que somos incapaces de vivir nuestra vida como queremos vivirla, sin exprimir todo nuestro potencial. elegimos aceptar nuestra realidad como otros nos han dicho que debe ser.

Sin embargo, tenemos una opción. no tenemos por qué ser complacientes y conformarnos. podemos agitar las cosas y vivir de acuerdo a otras normas. es el momento de tener en cuenta algunas verdades fundamentales que ángel chernoff, de marc and angel, se ha encargado de recoger y que debemos recordar cada mañana.

Cada mañana es una nueva oportunidad. lo que se hace hoy es lo que más importa. hoy es una nueva oportunidad para hacer las cosas de forma correcta.

1. Hoy puede ser un gran día, pero sólo si lo vivo bien.

¿por qué a  nos sentimos tan impotentes? porque nos convencemos de que las cosas son como son y no se pueden cambiar. esperamos que las cosas surjan solas. pero en la vida, la verdad es que si quieres algo, tienes que luchar por conseguirlo. tienes que trabajar para lograrlo.

que hoy pueda ser un gran  no depende de las condiciones meteorológicas, ni de tu estado de ánimo (que también está bajo tu control), ni de nadie más. si quieres tener un día agradable y productivo opta por tenerlo. sólo depende de tu percepción y de lo que quieras creer y hacer.

2. Hay muchas cosas que no puedes controlar, pero hay muchas cosas que sí puedes controlar.

hay muchas cosas en la vida que están fuera de nuestro control, pero no dejes que esto te haga pensar que en la vida todo está fuera de tu control. la realidad es que la vida que estás viviendo es casi en su totalidad tu propio . en el  has tomado muchas decisiones que te han llevado al lugar en el que te encuentras.

decir que tu vida está fuera de tu control es simplemente lo que otras personas quieren que creas porque les resulta más fácil conseguir que hagas lo que ellos quieren que hagas. y en ocasiones es lo que tú mismo quieres creer porque es más fácil asumir una mala situación que ser consciente de que tienes que trabajar muy duro para salir de esa mala situación.

3. No necesitas la aprobación de nadie.

la necesidad de aprobación es como una adicción. si tomas tus decisiones basándote en la aprobación de los demás, al final, nunca haces lo que te gustaría hacer y acabas sacrificando tu propia felicidad.

no pongas la llave de tu felicidad en el bolsillo de nadie más. aprende a decir “no” a las personas y las obligaciones que no añaden valor a tu vida. tu tiempo es un recurso muy valioso y no conviene gastarlo con quien no merece la pena.”no esperes que nadie te dé permiso para vivir.”

4. Quejarse es inútil a menos que puedas sugerir una solución.

no hay que ser un quejica constantemente. eso no te ayuda y sin duda tampoco ayuda a tus relaciones. si no te gusta tu situación actual, trabaja para cambiarla, pero no te quedes de  cruzados quejándote. quejarte todo el tiempo  hará que gente cercana a ti no quiera estar cerca de ti.

sé positivo y mira el lado bueno de las cosas. y si encuentras un problema que debe ser abordado, céntrate en la solución en lugar de quejarte. la conclusión es que nunca vas a llegar a donde quieres si estás quejándote todo el tiempo.

5. El éxito es un estilo de vida, no un resultado.

todos queremos lograr el éxito, pero tenemos que recordar que el éxito en sí no es un logro específico. el éxito es la capacidad para luchar día tras día. el éxito es la fuerza para seguir presionando y mantener viva tu vida en sus propios términos.

el éxito no es un resultado final. es un estado de ser. no se puede ganar éxito. tú eres un éxito cada día.

6. El hecho de que no te hayas dado por vencido, es un éxito en sí mismo.

muchas personas se dan por vencidas a la primera de cambio, pero tú no. no, tú te despiertas todos los días y haces las cosas que tienes que hacer. luchas contra la corriente y te niegas a darte por vencido.

te niegas a aceptar la mediocridad. te niegas a escuchar a los demás cuando te dicen que no eres lo suficientemente bueno. todavía estás en ello, planeando una buena batalla.

7. En cada situación difícil, la bondad debe intentarse primero.

la gente puede hacer comentarios desagradables. puedes pillar un atasco interminable. estas situaciones van a suceder a diario. la pregunta es: ¿cómo vas a responder? aunque tu primera respuesta, como la de mucha otra gente, será enfadarte, ¿por qué no intentas un enfoque diferente? la ira en estas situaciones nunca soluciona los problemas.

las personas son mucho más propensas a responder con acierto a la bondad. y puedes ser amable y firme al mismo tiempo. consigue ese  sin sacrificar tu integridad. es la única respuesta de la que no te arrepentirás más tarde.

8. No vale la pena preocuparse por la gente tóxica.

a veces permitimos a la gente equivocada ocupar demasiado espacio en nuestras  y en nuestros corazones. nos reunimos con gente que nos roba la energía, sobre todo cuando vivimos en una gran ciudad o trabajamos en un entorno competitivo grande.

estos individuos tratarán de influir en ti y convertirse en una parte de tu vida porque encuentran su propia vida vacía. ya envenenaron sus propias vidas y ahora están buscando envenenar la tuya. no dejes que lo consigan.

9. Si alguien te hace daño no lo tomes como algo personal.

a decir verdad, si alguien te hace daño, es probable, que se haya herido a sí mismo. así que haz tu mejor esfuerzo para no tomarte nada como algo demasiado no dejes que los cumplidos lleguen a tu cabeza y no dejes que los insultos lleguen a tu corazón.

la mayoría de la gente sólo puede dar a otros lo que han recibido ellos mismos. cuando no tomas nada personalmente, te liberas. puedes abrirte al mundo libremente, y no tener que preocuparte por los juicios de los demás.

10. Céntrate en lo real.

mientras que la tecnología moderna cambia la vida de muchas maneras beneficiosas, hay un aspecto de esta tecnología que interfiere considerablemente con nuestras vidas y relaciones. no seas tan adicto a una pantalla, ya sea de ordenador o de teléfono, que te pierdas la oportunidad de disfrutar la vida real que se desarrolla en frente de ti.

aprende a desconectar. dale a la gente tu atención completa. no busques la estimulación sin sentido en una pantalla sin alguna razón, y vuelve a centrarte en fomentar las conexiones humanas reales.

11. Las cosas buenas en la vida terminan demasiado pronto cuando no se aprecian.

nuestras mentes tienden a considerar la posibilidad de que la hierba al otro lado es más verde. pero tenemos que recordarnos conscientemente a nosotros mismos que la vida no se trata de actualizar constantemente las cosas.

para vivir una vida feliz y plena tenemos que aprender a apreciar y amar lo que tenemos. no esperes a que las cosas terminen antes de que las empieces a apreciar.

12. Cada día es una bendición.

piensa en cuántas personas mueren cada minuto de cada día y empieza a darte cuenta de que el despertar cada mañana es una bendición. vivimos en un mundo cargado de episodios de caos. además de esto, los accidentes ocurren y la gente muere a causa de ellos.

conseguir un día más para respirar, para experimentar la vida, y para hacer algo significativo, es el regalo más grande que uno puede recibir. haz que cada día cuente.

Fuente http://manuelgross.bligoo.com/20151115-desarrollo-personal-doce-cosas-para-recordar-al-inicio-de-cada-manana#.WU7buI41_IU

Actividades para lograr ser una persona mas segura

10 actividades para ser una persona más segura
Por Kim Lachance Shandrow

Confianza. No naciste con ella. Bueno, probablemente no. Esta característica es como un músculo, se fortalece con el tiempo. Sin embargo, muchos de nosotros batallamos con el amor propio toda la vida, sin llegar a desarrollar todo el potencial que tenemos.

La verdad es que no tenemos el valor de experimentar lo mejor de nuestra vida. Nos vamos a la segura. Tenemos tanto miedo a fracasar, de ser ridiculizados, que nunca nos arriesgamos.

La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para desarrollar la autoconfianza. Sin adentrarnos en pláticas baratas de autoayuda, debes empezar por aceptar que tú también puedes despertar un día sintiéndote fuerte, capaz y confiado. Listo para conquistar el mundo. Pero no sin salir de tu zona de confort.

Te presentamos 10 actividades que te pueden ayudar a aumentar tu auto-confianza. Te retamos a hacerlas y descubrir todo el poder que tienes dentro de ti.

1. Lidera con tus fortalezas

Trabaja en las áreas que destacas. Organiza tu día para enfocarte en lo que eres bueno. Esto te llevará a tener más éxitos lo que en turno te llevará a sentirte más confiado y seguro.

2. Monitorea tus triunfos

Empieza todos los días con una lista de pendientes realista con tareas que puedas ir tachando conforme avance la jornada. Cada vez que cumplas con un deber, sentirás que aumenta tu fuerza.

3. Una simple charla

Todos queremos ser mejores conversadores y dar una muy buena primera impresión. ¿Cómo lograrlo? ¡Platicando! La próxima vez que vayas al supermercado charla un poco con la cajera o la persona que está detrás de ti en la fila. Verás que la mayoría de las personas son amables y que realmente no hay qué temer. Cuanto más “practiques” hablar con extraños, más fácil será.

4. Prueba cosas nuevas

Busca en la red algunas actividades grupales que se den en tu localidad. Esto te dará más experiencia para ser la persona que quieres ser.

5. Sé espontáneo

A nadie le gusta sentirse excluido de la plática. Socializar en eventos puede parecer muy difícil, pero no es imposible. En lugar de pensar en razones para no ir a una reunión, mejor decide tajantemente si asistirás o no. Tu mente dejará de “enredarse” en escenarios hipotéticos y podrás aprender a desenvolverte en situaciones sociales.

6. Enfócate en tu lenguaje corporal

Mantén una buena postura, sonríe y ten contacto visual con las personas con las que hables. Con estas sencillas claves no solo te verás más seguro de ti mismo, te sentirás lleno de confianza.

7. Aventura a un lugar diferente

Agenda vacaciones en un lugar que te exija ser asertivo. Conocer lugares fuera de lo común te forzará a hablar con extraños, probar cosas exóticas y a desarrollar una gran fuerza interior.

8. Viaja solo

¡No hay mejor manera de desarrollar auto-confianza que aventurarse a un lugar diferente tú solo! La seguridad es un producto de adentrarse en terrenos desconocidos por tu cuenta, lejos de la rutina del día a día.

9. Haz ejercicio con otros

Los retos físicos también son excelentes para aumentar tu sentido de valor propio. Únete a un equipo local del deporte que más te apasione. Los deportes colectivos se basan en la buena comunicación para lograr una buena estrategia de juego.

10. Pruébate a ti mismo

Participa en una actividad exterior que te exija físicamente, como senderismo. Salirte de tu zona de confort para vencer un reto auto-impuesto te dará un increíble empujón de auto-confianza.

¿Conoces alguna otra actividad que pueda servirnos a aumentar la seguridad? ¡Te invitamos a compartirla en los comentarios!

Fuente: soyentrepreneur

Y tu, ¿Tienes un plan para tu vida?

Y tu, ¿tienes un plan para tu vida?
por Pablo Arango

“El líder con una clara misión a veces gana el juego antes de que comience. La voluntad de tener éxito es importante, pero la voluntad de prepararse es aún más importante”    –     Coach Mike Krzyzewski

Las empresas más exitosas tienen claridad absoluta sobre cuál es su misión, su visión y la estrategia para alcanzarlas.La misión es la tarea, el propósito para el cual fue creada la empresa. En el sector de la restauración, por ejemplo, cada restaurante puede tener su misión particular; para unos puede ser vender comida de calidad aceptable a muy bajo precio. Otro se puede haber decidido por el lujo, su misión es crear una experiencia exquisita entre sus clientes.

La visión se refiere a lo que la empresa quiere ser en 3, 5 o 10 años. Algunas empresas sueñan con dominar el mercado global, otras aspiran sólo a servir en su localidad.  Algunas quieren desarrollar múltiples productos y servicios, otras quieren tener solo uno.

Por último, la estrategia es el plan que le permitirá a la empresa cumplir con su misión y alcanzar la visión. Es la vía que los conducirá desde su situación actual hasta el destino expresado en la visión.

Estas tres cosas no deben quedar escritas en piedra y ser inalterables; es normal que las circunstancias cambien y por lo tanto se debe ajustar el plan de vuelo. También a veces es necesario ajustar el destino.

Lo más importante de estos tres elementos es la claridad que brindan. Cuando sabemos a qué nos dedicamos (misión), hacia dónde nos dirigimos (visión) y la mejor ruta para llegar ahí (estrategia), evitamos desperdiciar tiempo y recursos en actividades que no están alineadas con nuestros propósitos.

Es mucho más probable alcanzar el éxito cuando todas las personas tienen claro el destino y enfocamos todos nuestros esfuerzos hacia la misma dirección.

Ahora bien, al igual que en las empresas, en nuestra vida también resulta muy útil, incluso diría yo, indispensable, tener una misión, una visión y una estrategia para alcanzarlos.

Tener claridad sobre estos elementos te permite diseñar, darle dirección y sentido a tu vida, que es, sin ninguna duda, el proyecto más importante que tienes entre manos.

La mayoría de las personas viven una vida reactiva, se van ajustando a las circunstancias y aprovechan las oportunidades que se les van presentando.

Pero cuando se tiene un plan las cosas son distintas, somos nosotros los que conducimos la nave, somos nosotros los dueños de nuestro destino.

La misión en este caso se refiere al propósito, a la contribución que quieres realizar. La misión del médico es curar a los pacientes; la del profesor es educar. Otros pueden entender que su misión en la vida es ser grandes padres y hacer de sus hijos personas valiosas para la sociedad.

La visión, al igual que en las empresas es lo que quieres lograr, el destino que quieres alcanzar.

De igual manera, en nuestra vida personal también necesitamos un plan, una estrategia.

Las metas importantes, aquellas dignas de grandes esfuerzos (como lo es vivir una gran vida) no se alcanzan de un día para otro; ni siquiera en meses, hablamos de años. Saber hacia dónde nos dirigimos y lo que queremos lograr nos permite trabajar con entusiasmo durante los años necesarios para alcanzar nuestro gran objetivo.

En el libro Unlocking Potential, su autor, Michael Simpson, nos brinda una serie de preguntas para ayudarnos a descubrir nuestra misión y visión:​

¿Qué clase de vida y qué tipo de carrera le gustaría tener?

¿Cómo va a medir el éxito de su vida y su carrera?

Según su definición, ¿cuál sería una contribución o vida exitosa?

¿Cuáles son sus relaciones más importantes? ¿Qué está haciendo para mantenerlas cercanas, íntimas, felices y funcionales?

¿Qué le animaría a levantarse de la cama cada mañana lleno de pasión para ponerse en marcha durante el día?

¿Qué cosas importantes y significativos querría que estas personas dijesen de usted en su funeral: su cónyuge, un socio, o un familiar? ¿Un compañero de trabajo? ¿Un amigo?

¿Por qué razón existe su trabajo? ¿A quién y con qué propósito sirve? ¿Está seguro de que es el propósito correcto? ¿Cómo va a saber si lo ha conseguido?

Tener un plan para alcanzar tus objetivos más importante le da claridad y sentido a tu vida. Levantarse cada mañana con ganas y con prisa por servir la causa que tu mismo has escogido es una gran dicha.Vivir tu vida como has decidido vivirla es tu decisión y vale la pena el esfuerzo.

Fuente http://notasaprendiz.weebly.com/blog/y-tu-tienes-un-plan-para-tu-vida

Tienes que encontrar un motivo personal

Tienes que encontrar tu motivo personal
Por Francisco Alcaide Hernandez
¿Cuántas veces te has apuntado al gimnasio y has dejado de ir al poco tiempo? ¿Cuántas veces has comenzado dieta y has abandonado? ¿Cuántas veces has dicho que aprenderías inglés y no has cumplido? ¿Cuántas veces has prometido dejar de fumar y ya es historia?
Podríamos seguir y seguir y seguir con más ejemplos. Todas esas situaciones seguro que te resultan familiares y las has vivido en tus propias carnes o a través de alguien conocido cercano a ti.
La gente no hace lo que tiene que hacer porque no tiene un motivo suficientemente fuerte. En alguna ocasión he contado la siguiente historia de Robert Kiyosaki (@therealkiyosaki), uno de los personajes incluidos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 9ª edición). El inversor cuenta como a su padre rico —el padre de su mejor amigo— mucha gente le preguntaba cómo podían hacerse rico. Y le explicaba esto:

«Muchas personas me preguntan cómo hacer algo. Yo solía decírselo hasta que me di cuenta de que incluso después de haberles dicho cómo hacía algo yo, con frecuencia no lo hacían. Luego me di cuenta de que no es el cómo lograr algo sino el porqué lograrlo lo que es más importante. La razón por la que la mayoría de la gente no hace lo que puede hacer es porque no tiene un porqué suficientemente fuerte. Una vez que encuentras tu porqué el cómo lograr la riqueza es fácil. En lugar de buscar dentro de sí mismos para descubrir su propio porqué querían volverse ricos, la mayoría de las personas buscan el camino fácil hacia la riqueza y el problema es que el camino fácil por lo general termina en un callejón sin salida».

Te pondré otro ejemplo reciente. Coincidiendo con el nuevo año 2016, Ángel Alegre (@dandolalata) en su post El verdadero motivo por el que no vas a conseguir tus objetivos este año escribía:

«Todavía recuerdo cuando mi primer negocio online empezó a funcionar y le contaba a mis amigos en España que ese mes, con una simple página web, había facturado el doble de lo que le ganaban ellos trabajando 50 horas a la semana. Todos sin excepción me pedían que por favor les explicase cómo hacerlo, y yo encantado les daba toda la información y respondía a sus preguntas. Sin embargo, exactamente CERO de esos amigos tuvieron éxito. Los que más lejos llegaron compraron un dominio, montaron una web sencillita y escribieron un par de artículos, pero no pasaron de ahí. ¡Y esos fueron sólo el 5%! El resto no hizo ABSOLUTAMENTE NADA. Su ambición era de mentira. Fake ambition».

Como puedes ver, no es el cómo, porque si el cómo fuese el problema bastaría mirar a quien ya ha llegado donde nosotros queremos llegar y modelar. El cómo es importante, pero hay algo previo que es el porqué.
Lo difícil no es saber lo que hay que hacer, lo difícil es hacerlo, y para ello es esencial tener un motivo, una razón, un porqué: ¿Qué pasaría si un día fueras al médico a una revisión y te dijera que tienes una enfermedad grave y que si no haces ejercicio tres días a la semana morirás en menos de un año? ¿Ahora tendrías una razón, un motivo, un porqué para ponerte a hacer ejercicio?
Seguro que sí porque habrías encontrado tu razón, tu motivo, tu porqué: el miedo a morir. No es casual que el cardiólogo Valentín Fuster [leer entrevista en el siguiente link] dijese en una ocasión:
Lo mejor para dejar de fumar es un infarto

La fuerza de voluntad, por mucho que se la encumbre, no es suficiente por sí sola; la fuerza de voluntad si no está sustentada sobre algo más grande, se agota pronto. La utilidad de la fuerza de voluntad sin más es un desgaste de energía demasiado grande. Por eso José Miguel Bolívar (@jmbolivar), en su obra Productividad personal apunta: «La fuerza de voluntad está sobrevalorada».¿Por qué es tan importante encontrar tu motivo personal?

1. Porque hará que no abandones. Los retos llevan tiempo, esfuerzo y energía, y si no encuentras tu motivo personal —eso que te pone de verdad—, es fácil poner punto y final a la aventura antes de lograr aquello que deseas. Tu motivo personal debe ser inspirador, cargarte de energía, estimularte.
2. Porque hará que no te disperses. Tener claro tu motivo personal —tu razón, tu porqué— te aporta sentido de dirección y eso hace que concentres ahí todas tus energías sin que te distraigas. Cuando no tienes un motivo personal sólido es fácil ir saltando de una cosa a otra, y ya sabes: la dispersión es aliada de la mediocridad.
3. Porque hará que no te dejes vencer por la pereza. Seamos sinceros, todos adoramos la comodidad, lo fácil, alternativa que lleva menos inconvenientes. Pero la comodidad no conduce a ningún sitio interesante. Para lograr algo hay que trabajar duro, y esa fuerza nace del interior cuando uno tiene un motivo para hacer algo.

4. Porque hará que ofrezcas un trabajo de calidad. Sin dudas, si tienes un porqué —un motivo, una razón— detrás de tus actuaciones siempre lo harás mejor y no te limitarás a cubrir el expediente. Tener un motivo hace que quieras seguir mejorando y aprendiendo y eso hace una diferencia que tu target lo valora y retribuye.5. Porque dará sentido a tu vida. El propósito es aquello que es importante para ti y te hace levantarte por la mañana más allá de un mero intercambio de servicios, de una relación mercantil o contractual. El propósito es lo que te permite hacer lo que haces para algo, con una finalidad, y no simplemente como un autómata.

¿Y cómo encontrar tu motivo personal?

Sólo de una manera: siendo sincero y honesto contigo mismo. Tienes que hacer introspección y mirar dentro. Hace algunos días dejaba en mi instragam la siguiente reflexión de Bob Dunham de The Institute for Generative Leadership:

«¿Qué es lo que te importa? Es una pregunta existencial que no tiene una respuesta correcta, pero que te abre un espacio para la creación, donde debes hacer tus propias declaraciones y traer lo que te importa a tu existencia».

Las preguntas nos obligan a pensar y las respuestas a tu actuar. Tu motivo personal —tu razón, tu porqué— es único, personal e intransferible, ya que no existen dos personas iguales. Tu motivo personal puede ser la libertad, el reconocimiento, la seguridad, el reto o lo que sea. Tienes que encontrarte contigo mismo, sacudirte de convencionalismos, prejuicios, necesidad de aprobación de los demás y otros sucedáneas para conectar con tu esencia y a partir de ahí construir.

Pregúntate siempre por qué quieres lo quieres. Ninguna opción es mejor que otra, lo importante es que sea tu opción. En el fondo, tú sabes lo que quieres, pero es más fácil mirar hacia otro lado y seguir la corriente sin autorreconocerte. Como se dice en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición):

«El autoconocimiento es la base del desarrollo personal. Conocerse es vivir mejor. Si te conoces sabes qué es lo que más te importa; si lo sabes, puedes sentir a qué estás dispuesto y a qué te quieres comprometer. Desde tus propios compromisos puedes relacionarte con los demás, y entonces, sólo entonces, tus acciones estarán en coherencia contigo mismo».

Las quejas y la indecision

55 EXCUSAS FAMOSAS

por Napoleón HIll
  1. Si no tuviera una esposa y una familia…
  2. Si tuviera suficiente ‘empuje’…
  3. Si tuviera dinero…
  4. Si tuviera una buena educación…
  5. Si pudiera conseguir un trabajo…
  6. Si gozara de buena salud…
  7. Si dispusiera de tiempo…
  8. Si los tiempos fueran mejores…
  9. Si otras personas me comprendieran…
  10. Si otras personas me comprendieran…
  11. Si las condiciones que me rodean fueran diferentes…
  12. Si pudiera volver a vivir mi vida…
  13. Si no tuviera miedo de lo que ‘ellos’ dicen…
  14. Si me hubieran dado una oportunidad…
  15. Si ahora tuviera una oportunidad…
  16. Si otras personas no lo hubieran conseguido por mí…
  17. Si no sucediera nada que me detuviera…
  18. Si fuera más joven…
  19. Si pudiera hacer lo que quisiera…
  20. Si hubiera nacido rico…
  21. Si pudiera conocer a la ‘gente adecuada’…
  22. Si tuviera el talento que algunas personas tienen…
  23. Si me atreviera a imponerme…
  24. Si sólo hubiera aprovechado las oportunidades del pasado…
  25. Si la gente no me pusiera nervioso…
  26. Si no tuviera que mantener la casa y cuidar de los hijos…
  27. Si pudiera ahorrar algún dinero…
  28. Si el jefe me apreciara…
  29. Si contara con alguien que me ayudara…
  30. Si mi familia me comprendiera…
  31. Si viviera en una gran ciudad…
  32. Si sólo pudiera empezar…
  33. Si fuera libre…
  34. Si tuviera la personalidad de algunos individuos…
  35. Si no fuera tan gordo…
  36. Si mi talento fuera conocido…
  37. Si pudiera abrirme ‘paso’…
  38. Si pudiera librarme de deudas…
  39. Si no hubiera fracasado…
  40. Si supiera cómo…
  41. Si nadie se me opusiera…
  42. Si no tuviera tantas preocupaciones…
  43. Si pudiera casarme con la persona adecuada…
  44. Si la gente no fuera tan insensible…
  45. Si mi familia no fuera tan extravagante…
  46. Si estuviera seguro de mí mismo…
  47. Si no tuviera la suerte en contra…
  48. Si hubiera nacido bajo otro signo…
  49. Si no fuera cierto que ‘lo que tiene que ser, será…’
  50. Si no tuviera que trabajar tanto…
  51. Si no hubiera perdido mi dinero…
  52. Si viviera en un barrio diferente…
  53. Si no tuviera un pasado…
  54. Si tuviera una empresa propia…
  55. Si los demás me escucharan…

Las personas que no alcanzan el éxito tienen un rasgo característico común. CONOCEN TODAS LAS RAZONES QUE EXPLICAN EL FRACASO, y disponen de lo que consideran que son toda clase de justificaciones para explicar su propia falta de logros.

Algunas de esas justificaciones son inteligentes, y unas pocas de ellas se hallan incluso confirmadas por los hechos. Pero no se pueden utilizar excusas para no tener dinero. El mundo que nos rodea sólo quiere saber una cosa: ¿ha alcanzado usted el éxito?

Un analista del carácter compiló una lista de las excusas que suelen utilizarse con mayor frecuencia. A medida que lea la lista, examínese a sí mismo con cuidado, y determine cuántas de estas excusas ha hecho suyas, si es que hay alguna.

SI… y éste es el mayor de todos ellos, SI yo tuviera el valor de verme tal y como soy en realidad, DESCUBRIRÍA QUÉ ES LO QUE PASA CONMIGO, Y LO CORREGIRÍA. Entonces tendría la oportunidad de aprovechar mis propios errores y aprender algo de la experiencia de los demás, pues sé que me ocurre algo que no está del todo bien porque estaría donde debería estar si me hubiese pasado más tiempo analizando mis debilidades, y menos buscando excusas que las justificaran.

Encontrar excusas con las que explicar el fracaso es un pasatiempo nacional. El hábito es tan viejo como el ser humano, ¡Y FATAL PARA EL ÉXITO! ¿Por qué la gente se aferra a sus mezquinas excusas? La respuesta es evidente. Defienden sus excusas porque ellos mismos las crean. Toda excusa es hija de la propia imaginación. Y está en la naturaleza del hombre defender lo que es producto del propio cerebro.

Encontrar excusas es un hábito profundamente arraigado. Los hábitos son difíciles de romper, sobre todo cuando ofrecen una justificación para algo que hemos hecho.

Elbert Hubbard dijo: ‘Siempre ha sido un misterio para mí saber por qué la gente se pasa tanto tiempo engañándose a sí misma, creando excusas para justificar sus debilidades. Si ese tiempo se utilizara de un modo diferente, bastaría para curar la debilidad, y entonces no necesitaríamos de ninguna excusa’.

Antes de terminar, quisiera recordarle que ‘la vida es un tablero de ajedrez y el contrincante es el tiempo. Si vacilan antes de mover, o descuidan hacer el movimiento con prontitud, el tiempo los vencerá, hombres. Juegan contra un contrincante que no tolera la indecisión’.

(Napoleón Hill, ‘Piense y Hágase Rico’, Edit. Granica)

Tu poder interior

Tener fuerza o poder interior es realmente el único modo de poder adaptarnos a un ritmo de vida, que cambia día a día, sin que nos volvamos locos. Esperamos que los demás cambien cuando el secreto está en empezar a recuperar nuestro poder interior.

¿Quién más que uno mismo tiene poder sobre si?
¿Quién tiene el poder de pensar en nuestra propia mente?
¿Acaso alguien puede impedirnos elegir tener pensamientos de prosperidad, puede alguien impedirnos actuar desde el amor, puede alguien frenarnos en aumentar nuestra propia felicidad?
Nadie puede obligarnos a tener ideas negativas, tristes, catastróficas, dañinas,…Pues nadie se puede meter en nuestra cabeza, ni tampoco sentir por nuestro propio corazón.

Durante siglos hemos buscado el poder fuera; en los padres, en los dioses, en los superiores, en los reyes, en los sabios, en magos, en la medicina, en la religión,… Ahora entendemos que el poder solo lo encontraremos dentro de nosotros mismos, en nuestro interior.

Dentro de todos y cada uno de nosotros brilla un poder interior que se expande en función de nuestras vivencias y comportamientos. Él nos guía natural y amorosamente hacia la salud perfecta, la pareja perfecta, la profesión perfecta y nos ofrece la prosperidad en todo aquello que deseamos.

Nuestro poder interior es el motor de nuestra felicidad
Amarnos a nosotros mismos es reconocer esa guía, es crecer con esa luz y hacer que se expanda libremente desde nuestro interior hacia su fuente, el mismo universo.
El peligro reside en el Olvido de quienes somos y qué hemos venido a hacer en este rincón de universo; que tipo de sentimientos hemos venido a experimentar, como seres humanos, a compartir y expandir en este mundo. El peligro reside en olvidarse de que todo este viaje ha sido programado y deseado por nuestra esencia divina.

Abandonarnos es darle la espalda a esta realidad. Olvidarnos de ser felices es convertirnos en seres prisioneros de la incapacidad (no soy capaz de esto, no voy a lograr lo otro, no me merezco esto, esto no es para mí…), en victimas de los demás (si mis padres se hubiesen comportado de otra forma, si mis hermanos me hubiesen entendido,…), nos convertimos en ciegos ante nuestra propia responsabilidad. En inválidos a la hora de aumentar nuestro propio poder interior. Nos convertimos en el renegado ante nuestro único guía interior. Negar nuestras capacidades nos convierte en victimas. Entonces surgen: el desamor, la rabia, el resentimiento, la tristeza, el dolor, la enfermedad y todo sentimiento de incapacidad, de autocrítica,…como llamadas de atención para decirnos: ¡ojo, que no es por ahí! ¡Qué eso no te hace feliz!

¿Y cómo puedo amarme a mismo?
La única forma de amarnos es aceptarnos tal y como somos, con nuestras rarezas, defectos, fallos, conscientes de que nuestra evolución está encaminada…Somos hijos del universo; y este no nos juzga ni nos critica. Solo quiere lo mejor para nosotros.

¿Y tú, acaso quieres lo mejor para ti?
Si el universo no nos juzga ni nos critica, ¿Por qué lo hacemos nosotros?
¿Quiénes somos nosotros para juzgarnos, castigarnos, privarnos si el Universo mismo no lo hace?

Algunos pasos para recuperar tu poder interior
Asumir nuestra responsabilidad: somos los únicos responsable de nuestra felicidad. De nada sirve mendigar a otros que nos hagan felices, ni tampoco culpar a otros y responsabilizarlos de nuestra propia infelicidad. Por mucho daño que nos hayan podido hacer solo nosotros tenemos la llave de nuestros pensamientos y sentimientos. Solo nosotros somos responsables de perdonar. Esto es un acto propio del único corazón del que disponemos. Aquí se encuentra la verdadera liberación del agredido y el verdadero poder interior.
Atreverse a expresar nuestros sentimientos: durante siglos hemos sido enseñados a que expresar emociones era cosa de débiles o de maleducados. La expresión de la rabia ha sido crudamente censurada, especialmente en la mujer. La tristeza y el llanto resultan insoportables para la mayoría: cuantas veces habremos visto a adultos animando a un niño que se ha hecho daño, a callarse y cortar su llanto, cuantas veces les podemos escuchar diciendo: no es nada. Pero al niño le duele. Reconocer el dolor lleva a tranquilizarse o tranquilizar al otro. Negar el dolor es automáticamente aumentarlo. Negar es un modo de enseñar, y así se nos ha enseñado, que las emociones, los dolores, no importan, no son nada. Y así aprendemos a tragar en vez de sacar y limpiar.
¿Cuántas emociones habremos tragado con los años…?
¿Cuántas emociones reprimidas llevamos con nosotros cada día
¿Cuanto daño nos hacemos expandiendo así el malestar por no enfrentarlo y sacarlo?

Reprogramar nuestra mente: para recuperar nuestro poder interior con nuevos pensamientos de valía y merecimiento alegra a nuestra más potente herramienta que es el corazón.
Devolverle su guía la hace renacer:
Me merezco lo mejor y ahora lo acepto.
Soy una y la misma cosa con el Poder que me ha creado.
Me amo y me acepto exactamente tal y como soy.
La felicidad corre por mi vida como la sangre por mis venas…
Realizar afirmaciones cada día es una eficaz forma de reorientar nuestras convicciones sobre nosotros mismos, la Vida…
Ahora elijo detectar e identificar los obstáculos que me señalan mi equivocación, que me sugieren el nuevo camino que puedo tomar.
Me autorizo a salir de las situaciones que puedan frenar mi vivencia de la felicidad. Estoy a salvo viendo crecer, día a día, mi poder interior.

Autor desconocido

Claves para conseguir el objetivo que te propongas

Por Aida Baida Gil

Las 2 claves para conseguir cualquier objetivo que te propongas:

Seguro que muchas veces te has preguntado qué hacen ciertas personas para conseguir lo que se proponen y si tú serías capaz de conseguir lo mismo. Ya sea cambiar de carrera, montar tu propio negocio o darle un giro a tu vida, hay personas que lo logran (con trabajo y esfuerzo, por supuesto) y personas que se pasan media vida pensándolo o poniendo excusas.

La diferencia radica en una sola cosa: actitud. Por supuesto hay muchas otras cosas necesarias o hasta imprescindibles, las cosas prácticas; pero esas, en general, las puedes aprender, contratar o comprar. La actitud no, y dentro de la actitud hay dos cosas que todas las personas que hemos puesto algo en marcha hemos tenido en cuenta. Son dos pasos clave que, sin embargo, no mucha gente lleva a cabo:

  1. Decisión
  1. Acción

Parece una tontería, pero nada más lejos de la realidad. En primer lugar tienes que saber lo que quieres y tomar la decisión de ir a por ello, y eso da lugar al segundo paso, hacer todo lo que sea necesario para conseguirlo, como si tu vida dependiera de ello. Ahí es donde se suele fallar.

Obviamente no es tan fácil como parece, lo fácil, lo cómodo es crearse mil y una excusas, que si la crisis, que si soy muy mayor o muy joven, que si no tengo dinero o tiempo o de todo. Ya he comentado en varias ocasiones que este tipo de excusas son un disfraz del miedo. Pero para un momento, imagínate que no tuvieras miedo, que supieras que las cosas te iban a salir bien… ¿Qué harías?

De verdad, piénsalo, si estuvieras segura de eso, ¿qué objetivo te propondrías? ¿Qué acciones tomarías? La cuestión es que hay oportunidades e ideas por todas partes, pero no las ves porque estás centrada en tus miedos y barreras internas, pero si por un momento estas desaparecieran, piensa, ¿qué oportunidades tendrías ahora mismo delante de ti?

Probablemente te ha pasado alguna vez, estas estancada e indecisa durante un tiempo y en cuanto te decides a hacer algo empiezan a surgir oportunidades y empiezas a tener cada vez más claro por donde ir. Porque muchas veces lo que da miedo es el cómo, ¿verdad? Y cómo llego yo allí, y cómo lo consigo. Lo interesante es que el “cómo” aparece una vez te has comprometido y has tomado la decisión. No falla. Además, no siempre es lo que esperas, ni de la forma en que lo esperas; por eso es importante tener la mente abierta y no obsesionarse con una determinada forma de hacer las cosas. Por experiencia te lo digo, como dice el refrán: “Cuando el alumno está listo, el maestro aparece.”

Luego viene la parte de hacer lo que tengas que hacer como si la vida te fuera en ello. Si quieres conseguir tus objetivos tienes que trabajar, así es la cosa y hacer lo que sea necesario, superando miedos y barreras. ¿Es fácil? No siempre, pero lo más dificil es dar el primer paso, una vez has empezado ya no cuesta tanto. Es fundamental también ser flexible y cambiar los comportamientos y actitudes que sean necesarios. Eso es también lo que falla en muchos casos, cuando te has propuesto algo y no avanzas, no ves resultados. Entonces es hora de pararte a pensar qué estás haciendo o no haciendo.

Es hora de cambiar cosas porque ya sabes que es de locos esperar un resultado distinto haciendo siempre lo mismo (como dijo Einstein). Hay que cambiar e implementar, tomar acción, estar dispuesta a hacer cosas que no has hecho antes, a seguir adelante a pesar de tus miedos o si no, ¿cómo pretendes ver resultados?

Y si eres de las que piensa “eso ya lo sé, no dices nada nuevo” (que es cierto, poco nuevo se puede decir hoy en día), sólo una cosa, si de verdad lo supieras tendrías resultados. Así que si te estás preguntando por qué no consigues lo que te propones ya sabes lo que tienes que hacer: toma la decisión de conseguir tu objetivo, haz lo que haga falta y adaptate a las circunstancias. Sin excusas.

Fuente: http://ciclog.blogspot.com.ar/2013/01/las-2-claves-para-conseguir-cualquier.html

Métodos para alcanzar tus deseos

Todas las personas tienen cientos, incluso miles de deseos que van desde los más pequeños, tales como dormir simplemente un poco más en la mañana, hasta grandes deseos como ganar muchísimo dinero y tener la vida de sus sueños.

Hay deseos que nos vienen a la mente de forma diaria, deseos que no te das cuenta que se cumplen automáticamente. Estos deseos incluyen comer, beber e incluso respirar aire. Ni siquiera piensas en ello, simplemente cumples estos deseos porque ellos son necesarios. Hay otros tipos de deseos que si son notables y que aún siguen siendo fáciles de cumplir. Puedes querer muchos deseos que son relativamente fáciles de lograr si se toman medidas al respecto. Los deseos a este nivel puede incluir por ejemplo, pedirle una cita a esa persona especial por primera vez o conseguir el trabajo que deseas. Estos deseos requieren un poco de esfuerzo para lograr consumarlos.

Los grandes deseos que tú tienes, también conocidos como “sueños” no son tan fáciles de conseguir. De hecho, estos deseos son vistos por la mayoría de la gente como casi imposibles de cumplir. La razón por la cual parecen como deseos imposibles, es porque el esfuerzo a realizar para alcanzarlos es muy grande además de no haber garantía de que se cumplirán aun poniendo todo nuestro empeño en ellos.

El problema no está en los grandes deseos que crees que son imposibles de cumplir, el problema es que no tienes una mentalidad adecuada.

Esto es causado por muchos factores. Hay algunas cosas que puedes hacer para cambiar tu forma de pensar en otra, lo cual te permitirá no sólo a creer que estos deseos son alcanzables, sino que además tendrás métodos para iniciar el proceso de atraer estos deseos hacia ti y convertirlos en realidad

  1. Convierte en una persona positiva

Ser positivo es absolutamente esencial. No voy a describir cómo convertirte en una persona más positiva.. Simplemente debes saber que si tienes la negatividad inculcada en tu mente, nunca serás capaz de convertir tu deseo o sueño más grande en algo alcanzable y mucho menos en una realidad. Para un mejor entendimiento de este aspecto, te recomiendo que leas el siguiente artículo: El poder de la actitud positiva.

  1. Rodéate a ti mismo con personas de ideas afines

Si deseas convertir tus sueños en realidad, debes tener ayuda. Los grandes deseos requieren un mayor esfuerzo para alcanzarlos y son difíciles de hacerlo por ti mismo. Necesitas comenzar a rodearte con personas en tu vida que tienen los mismos deseos. Personas de ideas afines, que sean positivas, que estén orientadas a objetivos y créeme que tus sueños podrán hacerse realidad.

  1. Ponte a ti mismo en un entorno adecuado

Tan importante como la gente con la cual te rodeas, es el entorno alrededor tuyo. Esto significa que si tu deseo es ser escritor y ganarte la vida escribiendo en blogs, entonces necesitas aprender todo lo posible acerca de los blogs, la forma de conseguir tráfico para tu sitio web, cómo escribir o redactar mejor, cómo trabajar en internet con otros bloggers y así sucesivamente. Lo mismo ocurre si deseas abrir tu propio negocio y convertirte en millonario. Tienes que aprender todo lo que puedas sobre el nicho de negocio al cual deseas entrar y rodearte de gente relacionada al área.

Las razones de rodearte de un medio ambiente adecuado, no es tan sólo para aprender, ni para crear tu red de contactos, sino para ayudarte a mantener tu deseo cada vez más vivo. Si no mantienes un fuerte deseo seguramente fracasarás. Esto me lleva al siguiente método.

  1. Mantén el compromiso y la pasión

El compromiso y la pasión son dos de los aspectos más importantes que separan a las personas que van a conseguir sus mayores deseos de aquellos que no lo harán. ¿Qué vas a hacer cuando choques contra un obstáculo o los pensamientos negativos comiencen a golpearte a lo largo de tu viaje? Esto sucederá en algún momento del camino. Necesitas tener compromiso para seguir luchando en tiempos difíciles y pasión por tu deseo para poder mantenerlo vivo.

  1. Usa “La Fuerza”

Bromas aparte, una vez que empieces a creer y a tomar las medidas adecuadas para conseguir tus deseos, el universo, la conciencia superior, el creador, Dios, lo que quieras llamarlo, va a empezar a atraer tus deseos hacia ti. La clave es creer que tu deseo se hará realidad, mantener el deseo en tus pensamientos en todo momento y verte a ti mismo

Fuente: http://ciclog.blogspot.com.ar/2012/08/los-mejores-metodos-para-alcanzar-tus.html

Como gestionar el conocimiento en la Pyme

Por  Bianka Hajdu

Gestionar el conocimiento en la pyme no requiere complejos y caros sistemas informáticos ni másteres o cursos de formación continua. Requiere, eso sí, cambiar algunos hábitos de manera que podamos integrar en el día a día tres tipos de actividades: (1) la búsqueda y filtrado de información, (2) la creación de sentido y (3) la creación de bucles de realimentación mediante la compartición.

En este post toca poner bajo lupa la tercera actividad de las tres: la creación de bucles de realimentación dentro y fuera de la pyme. “Dentro” implica a socios, empleados y colaboradores. “Fuera” implica a clientes, proveedores y competidores, es decir, el mercado.

Cómo NO compartir

  • De forma centralizada. Relatar el trabajo –o “trabajar en alto”– es una técnica poderosa para construir conocimiento en la pyme. Algo tan sencillo como un correo electrónico semanal con la lista de las cosas que uno ha hecho permite que todo el mundo sepa en qué andan los demás y es, además, un valioso autofeedback. Uno comienza a escribir su lista, va recordando más y más cosas y a menudo se pone contento al darse cuenta de que ha hecho tanto. Pero esta pequeña maravilla solo funciona si el correo va dirigido a todas las personas que forman el equipo. Si el e-mail solo va al buzón del jefe, como he visto implementar una vez en una microempresa, el beneficio de compartir el propio trabajo -y que los demás también compartan el suyo dando pie a conversaciones- se desvanece y se convierte en un acto obligado, realizado sin ganas. Si queremos generar bucles de realimentación que valgan la pena, necesitamos compartir en abierto y renunciar a la centralización de la información.
  • “A sorbitos”. Por otra parte, el acto de compartir esconde una trampa. Con Internet, los dispositivos móviles y la omnipresencia de los medios sociales, compartir es tan fácil que podemos pensar que “compartimos, luego existimos”. La psicóloga Sherry Turkle cuenta en su último libro, Alone together, que en las interacciones en la Red hay un desplazamiento hacia interaccionar “a sorbitos”, de forma efímera ((hacer un update, un check-in, un me gusta, un retweet), en detrimento de las conversaciones. De nuevo, si queremos generar bucles de realimentación valiosos, no vale con “compartir por compartir”, necesitamos que el acto de compartir vaya precedido por la reflexión.

Cómo compartir

  • Añadiendo valor. Dar al me gusta y al botón de retweet es fácil. Por eso, los me gusta y los retweets tienen poco valor y menos para la generación de conocimiento. Tienen su valor, pero es pequeño. Para aprender y generar conocimiento buscamos algo más; por ello debemos añadir algo nuestro, algo propio además de lo que compartimos. Un valor que vaya más allá de la mera repetición y redifusión de los contenidos de otros. Esto puede ser una nota breve que cabe en un tweet o una nota más larga que publicamos en nuestro blog antes de compartirlo en los medios sociales. Cuanto más valor añadamos, más respuestas útiles recibiremos de nuestra red social.
  • A título personal. El aprendizaje y el conocimiento son cosas profundamente personales. Por una parte, las personas no se arriesgan a seleccionar fuentes en las redes sociales para una cuenta de empresa a la que dejan de tener acceso cuando salen de la misma. No se esfuerzan lo mismo si el post que publican en el blog de la empresa lo firma “la empresa” que si lo firman en primera persona. Por otra parte, añadir valor a las cosas que uno comparte se ve recompensado con un aumento en reputación. Si la reputación que se gana es únicamente para la empresa, la persona, de nuevo, no se verá incentivada para compartir y menos aún para añadir valor. Además, es preferible que cada persona que forma parte de la empresa tenga sus propias fuentes. Es otra manera de cuidar la diversidad. Por eso, para aprender y generar conocimiento, mejor hacerlo a título personal.

Los medios sociales son interesantes canales de difusión. Pero si nuestro objetivo es recibir feedback y generar conocimiento, la compartición debe comenzar antes. Por ejemplo, poniendo a disposición de otras personas o directamente en abierto los enlaces que guardamos y los contenidos propios que creemos. Su difusión en medios sociales es una de las formas de invitar a otros a reflexionar y comentar y así recibir su opinión. Otras formas de conseguir lo mismo pueden ser mantener una lista de correo o un canal RSS al que cualquiera pueda suscribirse.

Para terminar, comparto el esquema del consultor canadiense Harold Jarche con el que comenzamos la serie de posts de gestión de conocimiento en la pyme (1, 2 y 3), ya completo con las actividades correspondientes a cada uno de los tres pasos.

 

Fuente: http://www.contunegocio.es/innovacion/como-gestionar-el-conocimiento-en-la-pyme-3-compartir/