• +56 9 6711 3514
  • contacto@mapcapacitacion.cl

PNL

¿Por que nuestra vida es una carrera contra el tiempo?

Por Carlos Leos

Desde que tenemos conciencia, estamos en desacuerdo con el tiempo. Cuando somos pequeños deseamos que el tiempo pase muy rápido para crecer, tener más años, hacer lo que hacen los grandes y obtener beneficios y permisos. Pero nunca llegamos a estar de acuerdo, porque siempre existirá el primo mayor que tiene más concesiones o el hermano menor al que hay que cuidar y dar ejemplo por tener menos años.

En fin, nuestra vida transcurre entre años, meses, semanas y días… y el tiempo siempre en contra nuestra. Si esperamos algo bueno, tarda tanto en llegar… en cambio, las malas noticias llegan tan pronto. Si disfrutamos algo bello, pasa tan rápido… en contraste, el dolor parece que llegó para quedarse.

Primero queremos que los cumpleaños lleguen volando, después quisiéramos que dejaran de llegar, o al menos que se tardaran un poco.

Nos cuesta tanto entender que cada cosa tiene su tiempo y por más que tratemos de alterarlo, sólo conseguiremos hacerlo más difícil y a fin de cuentas, tomará su lugar en el momento preciso.

¡Todo mundo tiene prisa! Basta encontrarte a alguien en la calle y preguntarle: ¿Cómo estás?, para que la respuesta sea: Corriendo, aceleradísimo, luego nos vemos porque ahora voy volado…

Convertimos nuestra vida en una ardua carrera, pero… ¿Hacia dónde?

Sería bueno invertir un poco de nuestro precioso tiempo y preguntarnos:

– ¿Cuánto he vivido… tal vez la mitad de lo que me tocará vivir?
– ¿Qué he hecho con mi tiempo?
– ¿He logrado algo realmente importante, que me ha dado satisfacción y me hace sentir orgulloso?
– ¿Qué hice con mis días y mis horas?, ¿Cuáles he disfrutado y vivido intensamente porque hice lo que debí en su momento?
– Si no puedo salir por alguna circunstancia, ¿he disfrutado quedándome en mi casa, o me la he pasado sufriendo y francamente desperdiciando el tiempo?
– ¿Estoy satisfecho con lo que he hecho con mi vida hasta ahora?

¿Y qué es perder el tiempo?:

– Lamentarme por lo que no me es posible hacer, porque no me alcanza el tiempo.
– No saber qué quiero hacer con mi vida y no preguntármelo.
– No analizar mi hoy, mi ahora, mis actuales fuerzas, debilidades y posibilidades.
– No saber lo que busco ni para qué soy bueno.
– No disfrutar el hoy, ni planear el futuro por estar refunfuñando sobre el fracaso del ayer.
– Vivir sin ponerme metas fijas a corto, mediano y largo plazo.
– No decidirme nunca a realizar algo porque no encuentro el tiempo.
– No realizar esos cambios en mi vida de forma inmediata o poco a poco, aunque sé que son necesarios.
– No buscar oportunidades.
– Quejarme de algo y no hacer nada por mejorarlo.
– Llegar tarde y fastidiado por lo que no alcancé a hacer o dejé a medias.
– Conformarme con hacer poco y hacerlo mal.
– No darme cuenta que el mundo está allí para ser conquistado por mí.

Y preguntémonos…

¿Qué veré al final de mi vida?,
¿trozos interminados de mil cosas?,
¿frutos de nada?,
¿o acaso frutos verdes?

Puedo hacer de mi vida una obra maestra y ser ejemplo, estímulo y ayuda de otros. O puedo hacer de ella un montón de fracasos que obstaculicen y perjudiquen también a los demás. Puedo ser fuente de desánimo y truncar muchos planes…

Nunca podremos saber de cuánto tiempo disponemos, pero podemos estar seguros de que lo aprovecharemos mejor si dejamos de luchar contra él, si tratamos de dar a cada cosa su tiempo y de vivir la vida en lugar de correrla.

Mi pasado existe, debo tomar experiencias de él. Mi presente existe, debo planear mi vida. Mi futuroexiste para llevar a cabo mi plan de vida.

Soy responsable de mi propia felicidad, por lo tanto debo encontrar el sentido de mi existencia: ¿A dónde voy? ¿Qué quiero? ¿Por qué lo hago? ¿Cómo voy a lograrlo?

La vida es una. Es irreversible. Cada momento perdido no se recupera jamás. Nadie hará por mí lo que no haga yo mismo. Necesito planear con sentido de la realidad, no construyendo castillos en el aire o sueños imposibles que acabarán por desalentarme.

Debo trazar metas concretas, luego planes de acción y lanzarme a cumplirlas.

Algunos consejos que ayudan a organizar y distribuir el tiempo

1. Tenemos todo el tiempo del mundo…

Lo importante es saber optimizarlo de manera que nos alcance para lograr nuestros objetivos y metas.

2. Es mejor planear que improvisar y remendar

¿Recuerdan las últimas vacaciones en que se lanzaron a la aventura? Algunas cosas salieron bien, muy espontáneas; otras salieron pésimas, sin organización, incluso con cierto temor de que el paso siguiente saliera peor que el anterior.

Para planear las actividades, resulta eficaz una agenda, ya sea individual o familiar, en la que se pueda marcar acontecimientos mediatos e inmediatos, para estar preparados cuando se presenten.

3. Hay gente que cree que pierde su tiempo planeando

Nada más falso, pues el tiempo que se invierte en la planeación se notará cuando actuemos con menos equivocaciones e imprevistos y con mejores resultados.

Además, resulta mucho más relajante haber planeado un acontecimiento, puesto que si no se hace así, uno está pensando todo el tiempo en que no ha preparado nada, lo cual resulta tensionante.

4. Prever la noche anterior lo que me propongo hacer el día siguiente, y escribirlo

¿Qué tan importante es escribirlo? Mucho, puesto que así se lucha además contra otro terrible adversario: el olvido, el cual siempre se da maña para estropearnos el tiempo, que tenemos muy limitado.

5. Ordenar nuestra planeación en prioridades

Hay cosas importantes que no podemos dejar de hacer y hay otras urgentes, que no admiten demora.

De esta manera se ordena la agenda en dos formatos: el cronológico, cuando se trata de citas y actividades a horas definidas, y en orden de importancia, cuando ponemos en primer lugar lo que necesitamos hacer con más urgencia.

6. Vencer la indecisión, el titubeo y la postergación

Poniendo fechas límite acordes a la realidad, para no seguir con la cantaleta de siempre: ¡El lunes comienzo la dieta!, Ahora sí acabaré la carrera…, Ahora sí dejaré de fumar…

Mientras no aprendamos que las cosas se resolverán y los problemas se arreglarán, no por arte de magia, sino poniendo empeño de nuestra parte, no adelgazaremos, ni terminaremos la carrera, ni dejaremos de fumar. ¡Es sencillo!, si se quiere que sucedan las cosas, hay que trabajar por ellas.

7. Tener cierta flexibilidad al planear nuestras actividades de modo que si surgen imprevistos realmente importantes, puedan ajustarse

Aquí podemos ver el otro lado de la moneda, hay gente que planea demasiado, que no deja ni un huequito de su tiempo libre, de manera que si va en su coche en camino hacia una actividad y se le revienta una llanta, ya su día se arruinó.

Lo importante es llegar a todos lados puntual, pero sin irse matando, ni estar demasiado tenso para disfrutar de los imprevistos.

8. No extender el trabajo para llenar el tiempo disponible

Respetar el tiempo dedicado al estudio o el trabajo.

Hacer lo mismo con el tiempo del hogar. Lo peor que puede hacer una persona es llevarse trabajo de más a su casa, porque no disfruta su aquí y ahora y el tiempo precioso que puede pasar con su familia se le va entre las manos como arena.

Es tiempo de actuar

Ahora que sabemos que el tiempo es nuestro, que haremos lo que queramos con él, tenemos varias opciones:

– Pasarnos el tiempo descansando, a gusto, dejándolo correr, como si fuera agua que pasa por una llave abierta, desperdiciándose, sin sernos útil a nosotros ni a los demás.

– Saturar nuestro horario, llenando de compromisos, estudio, deportes, eventos sociales, trabajo, todo nuestro día, de manera que no nos quede tiempo para pensar, incluso para sentir.

– Utilizarlo para lograr nuestros objetivos, sacándole jugo a cada minuto, a sabiendas de que cada pequeño lapso de tiempo, nunca se recuperará, por lo que nos conviene usarlo óptimamente.

Fuente: https://escuelapararicos.net/sera-nuestra-vida-una-eterna-carrera-tiempo/

Hay 5 maneras sencillas de mejorar tu autoestima

Un psicólogo con 20 años de experiencia dice que hay 5 maneras sencillas de mejorar tu autoestima

HAY 5 MANERAS SENCILLAS DE MEJORAR TU AUTOESTIMA

 Por Lindsay Dodgson

La autoestima es una cosa maravillosa pero delicada. Cuando nuestra autoestima es alta, nos sentimos más resistentes, somos menos vulnerables a la ansiedad y al rechazo, y menos cortisol (la hormona del estrés) es liberado en nuestro torrente sanguíneo.

Los aspectos positivos son evidentes, pero mejorar la autoestima puede ser un reto, especialmente si hemos experimentado adversidades en el pasado.

En un post en el blog de TED, el psicólogo Guy Winch, que tiene 20 años de experiencia trabajando con pacientes, dice que el problema es que nuestra autoestima es bastante inestable, ya que puede fluctuar diariamente, incluso a cada hora.

Otra complicación es cómo nuestras carreras dan forma a nuestra percepción de nuestro propio valor. Por ejemplo, un chef probablemente se ofendería si no te gustara la comida que cocinó para ti más que alguien que no cocina para ganarse la vida. Winch dice que esto se debe a que la cocina es un aspecto significativo de su identidad.

Él describió cinco maneras para ayudarte a mejorar tu autoestima y cómo lidiar mejor con los golpes que experimentamos.

1. Usa afirmaciones positivas de la manera correcta.

Las afirmaciones positivas son un método de practicar “Tú eres lo que piensas.” La idea es que llenes tu mente con pensamientos positivos hasta que te los creas.

Es una manera popular de construir tu autoestima porque es simple, pero Winch dice que hay un problema importante: Las afirmaciones positivas tienden a hacer que las personas con baja autoestima se sientan aun peor, porque cualquier cosa que se diga como una afirmación (como “Soy hermos@ “o” seré exitos@”) a menudo puede ser demasiado contrario a sus existentes creencias acerca de sí mismos.

Winch sugiere cambiar “Voy a tener éxito” a algo más manejable, como “Voy a perseverar hasta tener éxito.”

2. Identifica eso en lo que eres bueno.

Winch dice que la autoestima crece cuando demostramos capacidad real y logros en las áreas de nuestras vidas que nos importan. Tal vez eres bueno corriendo; inscríbete a algunas carreras locales y entrena para ellas. ¿Buen@ en la cocina? Da más cenas.

La clave, dice, es descubrir tus habilidades y talentos básicos, y encontrar oportunidades (e incluso carreras) que las enfaticen.

3. Aprende a aceptar los elogios.

Cuando nos sentimos mal acerca de nosotros mismos, es difícil para los demás sacarnos de esa rutina. Winch dice que tendemos a ser más resistentes a los elogios en esos momentos, a pesar de que es cuando más los necesitamos.

Él dice que en vez de tomar los elogios como mentiras, debes ponerte la meta de tolerar los elogios cuando los recibas. Incluso si te sientes incómodo (y probablemente te sentirás así) valdrá la pena a largo plazo.

La mejor manera de dejar de repeler los elogios, dice, es preparar respuestas predefinidas a ciertas cosas y forzarte a utilizarlas hasta que sea automático. Estas respuestas podrían ser simples cosas como “Gracias” o “Qué amable de tu parte decir eso.”

El impulso de reírte de los cumplidos eventualmente se desvanecerá, lo cual será señal de que está funcionando y que estás empezando a creer las cosas buenas que la gente dice de ti.

4. No te critiques.

No te patees cuando ya estés en el suelo.

Winch dice que eso es lo que probablemente hagamos. Cuando nuestra autoestima es baja, podemos dañarla aún más siendo auto-críticos.

Winch dice que deberíamos combatir esto con auto-compasión. Cuando sientas que tu yo interior comienza a criticarte, pregúntate si le dirías esas cosas a algún amigo cercano.

Como regla, tendemos a ser mucho más compasivos con nuestros amigos de lo que somos con nosotros mismos, así que piensa dos veces la próxima vez que empieces a decirte a ti mismo todas las cosas que haces mal. Winch dice que hacer eso te ayudará a evitar dañar tu autoestima, lo que te dará tiempo para enfocarte en aumentarla.

5. Recuérdate tu valor real.

Si tu confianza recibe un golpe, Winch dice que esta es la mejor manera de revivirla.

Si eres rechazado por alguien con quien estabas saliendo, haz una lista de tus cualidades que te hacen una gran pareja, como la lealtad o la disponibilidad emocional. Si no recibiste la promoción que buscabas en el trabajo, anota todo lo que te hace un empleado valioso, como ser confiable o dedicado.

Escribe uno o dos breves párrafos sobre por qué alguna cualidad específica es importante y por qué las demás personas deberían apreciarlas. Winch dice que hagas este ejercicio todos los días durante una semana o cuando sientas que necesitas un poco de ánimo.

Construir la autoestima no es fácil, y requiere de un poco de trabajo, pero Winch dice que el retorno es invaluable si lo haces correctamente; te encontrarás desarrollando hábitos emocionales más saludables, y te recuperarás más fácilmente cuando sufras golpes en el futuro.

Fuente: https://escuelapararicos.net/psicologo-20-anos-experiencia-dice-5-maneras-sencillas-mejorar-autoestima/

La efectividad se puede aprender

La efectividad personal es una competencia que surge para dar respuesta a diversas necesidades y situaciones de nuestra sociedad actual.

Necesidades y situaciones que son consecuencia de la realidad que vivimos. El exceso de información al que nos vemos sometidos, la rapidez y magnitud de los cambios que se producen, el no llegar a tanto trabajo, las supuestas urgencias de todos los días, prestar atención a mil cosas a la vez sin hacerlo a ninguna en concreto,… Seguro que alguna o todas te resultan familiares.

Afortunadamente, atrás quedan ya las excusas y creencias de que hay que nacer con determinado talento para desarrollar determinadas competencias y habilidades.

Eso se creía antes, por ejemplo, sobre los profesionales comerciales, los roles gerenciales y otro tipo de perfiles. El tiempo, y la experiencia, ha demostrado que se pueden desarrollar los comportamientos y habilidades de esas profesiones sin tener un don divino. Sólo se necesita saber qué hacer y dedicar esfuerzo y atención a hacerlo.

También se puede ser una persona efectiva sin tener un don divino. De hecho, cualquier persona puede aprender a ser efectiva. Da igual cómo sea la persona. No importa si es organizada, ordenada, un desastre, olvidadiza,… Esto es un alivio y, a la vez, una faena.

Es un alivio porque conocemos desde hace tiempo lo que hay que hacer para ser una persona efectiva. Además, los avances en ciencia cognitiva siguen confirmando la teoría y las evidencias prácticas de metodologías para mejorar la efectividad personal como, por ejemplo, GTD®.

Pero también, el hecho de que la efectividad se pueda aprender puede verse como una faena por varias cosas.

Lo primero porque nacemos sin los hábitos y comportamientos propios para ser efectivos en la sociedad actual. Desgraciadamente, no vienen de serie en nuestro ADN. Nuestra naturaleza no es la de ser efectivos en el mundo que nos ha tocado vivir. Como se decía en una pequeña fábula que leí hace tiempo: «¿Mala suerte? ¿Buena suerte?… ¡Quién sabe!»

Además, el entorno no ayuda nada: exigencias, exceso de información, constantes interrupciones, cambios constantes, urgencias, distracciones, …, ¿te suena? Vivimos en un entorno más “hostil” que nunca para nuestra manera natural de comportarnos.

Pero, sobretodo, el hecho de que cualquier persona pueda aprender a ser más efectiva es una faena porque lo único que realmente hace falta para conseguirlo es querer hacerlo. Ya sabes, eso que Paco Alcaide llamaría compromiso. Porque, a día de hoy, aprender algo depende de uno mismo. Las circunstancias son las que son y a veces ayudan y otras dificultan, pero nunca impiden.

La buena noticia es que se puede aprender cómo organizarse mejor, a gestionar las interrupciones, a conseguir que no se olviden las cosas, a saber por dónde empezar a trabajar y hacerlo con enfoque, a tener la sensación de que controlas todo lo que tienes que hacer, … Todo esto se puede aprender.

Podemos conseguir trabajar y vivir de forma efectiva y sin estrés en el entorno y en la sociedad que nos ha tocado vivir. Tenemos los conocimientos y las capacidades. La necesidad es evidente.

Quien quiera cambiar y mejorar, está de enhorabuena, porque la efectividad personal es algo se puede aprender.

Fuente: http://controlyperspectiva.com/la-efectividad-se-puede-aprender/

Haz tus sueños realidad cambiando algunas sencillas palabras

Haz tus sueños realidad cambiando algunas sencillas palabras

Por Oliver

No importa que tan lejos lleguemos en la vida, cuántas metas alcancemos o cuánto éxito lleguemos a disfrutar, ese sueño que siempre has querido realizar seguirá evadiéndote y seguirás sintiendo que sigue siendo imposible de realizar, esto no significa que nunca lo puedas conseguir pero por lo menos no en estos momentos.

Normalmente también es cierto que tal sueño lejano es el que más anhelas cumplir en la vida.

Si tan sólo…

De vez en cuando motivados por el miedo o por nuestra forma lógica de pensar, nos convencemos de que ese sueño esta fuera de nuestro alcance por el momento, siempre damos una multitud de excusas por las que no es posible que esto suceda o deseamos que ocurra algo que modifique de forma milagrosa nuestra vida y que nos permita obtener nuestras metas.

• Si tan sólo tuviera más dinero.
• Si tan sólo tuviera más tiempo disponible
• Si tan sólo tuviera más conocimiento, experiencia o talento.

Declaraciones como estas pueden parecernos razones perfectamente naturales y válidas por las que no podemos hacer lo que sea que queramos hacer.

A menudo todos podemos lograr estar más cerca de alcanzar ese deseo de nuestro corazón simplemente cambiando nuestra forma de pensar. Por ejemplo:

“Mi sueño es llegar a ser un novelista famoso”.

Esto está muy bien pero aquí está el problema:

Los sueños son cosas que nos suceden mientras estamos dormidos. Los sueños son cosas que no requieren más nada de nosotros que simplemente estar acostados con los ojos cerrados. Los sueños son cosas que rara vez por no decir nunca conseguimos en la vida.

Convierte los sueños en metas reales

Intenta esta nueva forma de pensar en su lugar:

“Mi meta es llegar a ser un novelista famoso”.

Lo único que hemos hecho ha sido sustituir una simple palabra por otra, sin embargo es una palabra que cambia todo el significado detrás de una declaración y por lo tanto nuestra forma de pensar.

Las metas son cosas que hacemos que pasen cuando estamos despiertos. Las metas son cosas que nos obligan a levantarnos, a mantener los ojos abiertos y a trabajar con tenacidad. Las metas son cosas que a menudo, si no siempre, llegan a nuestras vidas una vez que hemos trabajado por conseguirlas.

Al transformas nuestros sueños en objetivos es inevitable empezar a mirarlos desde una perspectiva diferente y hacer que las mismas estén más cerca de nosotros. Puede ser que nunca realicemos nuestro sueño, pero un sinnúmero de personas en todos los ámbitos de la vida establecen increíbles metas todos los días y siguen adelante para lograr sus sueños de forma coherente. Si ellos pueden hacerlo, nosotros también.

Cómo conseguir nuestras metas

Hasta ahora vamos bien, aunque todavía seguimos con nuestras excusas, con nuestros pensamientos prácticos y lógicos que nos dicen que “no” podemos.

• Si tan sólo tuviéramos más dinero.
• Si tan sólo tuviéramos más tiempo.

Si pudiéramos dejar de decir “si tan sólo” y cambiar nuestra forma de pensar.

¿Podemos realmente hacer eso? Por supuesto que podemos y es más fácil de lo que piensas.

Una vez más, todo lo que hay que hacer es cambiar algunas palabras sencillas cuando hablamos con nosotros mismos. Esta vez, deshazte de las declaraciones que comienzan con ‘Si tan solo’ y reemplázala con preguntas que empiezan con “¿Cómo puedo…?

• ¿Cómo puedo conseguir dinero suficiente?
• ¿Cómo puedo conseguir más tiempo disponible?
• ¿Cómo puedo obtener más conocimiento, experiencia o talento?

Este enfoque utiliza exactamente el mismo pensamiento práctico y lógico que antes habíamos utilizado para convencernos de que no podíamos realizar ese sueño, sólo que ahora en lugar de impedirnos hacer algo, lo estamos utilizando para ayudarnos a hacer exactamente lo que queremos.

Hazte estas preguntas y reflexiona muy bien las respuestas y conseguirás estar más cerca de tus metas.

• Si el dinero es un obstáculo, ¿Puedes obtener un segundo empleo? ¿Vender cosas que no utilizas? o ¿Obtener un préstamo?

• Si el tiempo te detiene, ¿Puedes levantarte más temprano?, ¿Irte a la cama más tarde? o ¿Puedes pedir ayuda con esas tareas domésticas que consumen todas tus horas?

• Si no tienes conocimientos suficientes, ¿Puedes tomar un curso? ¿Leer un libro? ¿Hablar con un experto?

Emplear este tipo de pensamiento te ayudara a ver más allá de los obstáculos que previamente habías colocado en el camino de la realización de tus grandes metas y te ayudara a conseguir innumerables soluciones para superarlas.

Volvamos a nuestro aspirante a escritor, ¿De acuerdo?

“Mi sueño es convertirme en un novelista famoso. Si tan sólo tuviera el tiempo para sentarme y escribir. “

O…

“Mi meta es llegar a ser un novelista famoso, así que voy a obtener el tiempo que necesito para escribir despertándome una hora más temprano cada mañana.”

Lo único que hemos hecho ha sido sustituir algunas palabras pero al hacerlo no sólo cambió nuestra forma de pensar, también hemos cambiado de un sueño imposible a una meta totalmente posible.

Fuente: https://escuelapararicos.net/haz-tus-suenos-realidad-cambiando-algunas-sencillas-palabras/

Todo cambia cuando mejoras el concepto de ti mismo

por Francisco Alcaide Hernandez

La mente ordena y el cuerpo hace. Todo movimiento corporal (o su ausencia) es producto de un pensamiento, que no es otra cosa que un impulso de energía que nos lleva a actuar (no actuar) de una determinada manera.Nuestra mente actúa según el concepto que tengamos de nosotros mismos. Nada influye tanto en nuestro comportamiento como la creencia sobre nuestra capacidad para hacer algo. Si estoy convencido de que puedo hacerlo, me pondré en marcha y adquiriré las capacidades para hacerlo, aunque no las tenga al principio; y si no estoy convencido de que puedo hacer algo ocurrirá todo lo contrario.

Ya vimos hace poco que el mejor momento para hacer una venta es después de haber hecho otra venta. ¿Por qué? Porque después de cerrar una venta, la autoestima, la confianza en uno mismo, crece y ese estado mental nos predispone a actuar de cierta manera ‘ganadora’. El éxito es, antes de nada, un estado de la mente. Ello lo contábamos en el siguiente post.
Ralph Waldo Emerson, uno de los autores incluidos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 8ª edición), siempre decía que «la confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito, y en la confianza en uno mismo están comprendidas todas las demás virtudes». ¿Por qué? Porque cuando uno tiene confianza (fe) en sí mismo, esa confianza (fe) te impulsa a adquirir todo lo necesario para llegar donde quieres llegar: conocimientos, habilidades, herramientas y personas. Lo expresaremos de esta manera:

Existe una relación directa entre el concepto que tienes sobre ti mismo por una parte, y tu conducta y efectividad, por la otra. Siempre actúas por fuera de manera congruente con el concepto tuyo por dentro. No puedes ganar en el mundo exterior más de lo que ganas en tu mundo interior. Por eso, todo cambio o mejora en tu vida comienza cuando alteras y mejoras el concepto que tienes de ti mismo. Todo en esta vida se basa en aumentar la confianza en uno mismo, que redundará de manera positiva a la hora de vender, de hablar en público, de relacionarte con otras personas. La manera en la que ves y piensas sobre ti influye en todas las áreas de tu vida.

Louise Hay, autora del fantástico libro El poder está dentro de ti, lo expresa con claridad: «La principal debilidad humana es que nos infravaloramos. El principal problema que aqueja a la gente es que cree que no son suficientemente buenos». Es considerarse menos que otras personas, de tener el convencimiento de que los demás son mejores. Todos los problemas nacen de ahí. No es nuestra incapacidad para hacer algo sino la creencia de que no somos capaces. No es casual que la escritora concluya: «Sólo hay una cosa que sana todo problema: amarse a uno mismo. Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tu vida por dentro».
La pregunta es inmediata: ¿Cómo puedo aumentar la confianza en mismo? ¿Cómo puedo sentirme más seguro? ¿Cómo puedo creer más en mí? ¿Cómo puedo mejorar el concepto de mí mismo? Apuntamos sólo cinco claves y hay otras tantas en un capítulo específico en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición):
1. A MAYOR CONOCIMIENTO, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Estudia, estudia y estudia. Lee, asiste a seminarios, ve vídeos sobre aquello que te interesa: ventas, networking, hablar en público… Empezarás a descubrir tips y claves que no habías caído en la cuenta, y tomarás conciencia de que son importantes, y a partir de saber las causas (porqués) de muchas cosas, empezarás a entender cosas que antes no sabías porque ocurrían y ello te da un cierto poder al ser capaz de gestionarlo oportunamente. No puedes cambiar lo que desconoces. Muchas veces lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa. A medida que ganes en conocimiento, ganarás en seguridad.
2. A MAYOR EXPERIENCIA, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
El conocimiento es importante porque te da herramientas que desconocías, pero el éxito no está en saber sino en hacer. Puedes leer muchos libros sobre ventas o hablar en público, pero la seguridad se consolida cuando se pasa a la acción, de otro modo el conocimiento queda en una floritura intelectual. Saberse la teoría ahorra tiempo y da confianza, pero el control se gana con la experiencia, y la experiencia se gana con el error digerido por el feed-back. Hay que saltar al ruedo, y si uno por sí mismo no da el paso, hay que buscar alguien (coach, pareja, amigo, jefe…) que nos empuje. Luego hacer análisis de lo que se ha hecho bien, de lo que se ha hecho mal, cuáles son las causas y las medidas correctoras. La escritora Joy Browne decía: «El simple hecho de intentar algo (sólo estar ahí, lanzarse) es hacernos más valientes. La autoestima consiste en hacer». La acción alimenta la confianza; la indecisión y la duda alimentan el miedo. Actúa siempre. Sin acción no ocurre nada mágico en la vida. Se puede ganar o perder, pero nunca esperar a ver qué ocurre. A medida que se gana experiencia se tienen más inputs correctos sobre cómo hacer las cosas y, por tanto, más seguridad.
3. A MEJOR ENTORNO, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Lo hemos dicho muchas veces: hay entornos tóxicos y entornos estimulantes; entornos que aliemtan la confianza (en uno mismo) y entornos que alimentan el miedo; entornos que sacan lo mejor de uno y entornos que reprimen el potencial que todo ser humano atesora. Semanas atrás, en el post 10 claves del éxito de Xisela Aranda(@Xisela_Squash), seis veces consecutivas campeona de España de squash, contábamos como en un momento de su carrera, en el club deportivo al que pertenecía le empezaron a hacer la vida imposible (¿envidia?). Y ella se sentía fatal, poquita cosa, con una autoestima muy deteriorada. Fue cambiar de entorno (club deportivo) y todo cambio: pasó del infierno al cielo. Se sentía grande, ganadora, con fuerza. Ya lo decía Zig Ziglar, al que citábamos en el último post: «Mucha gente ha llegado más lejos de lo que pensaba que podía llegar porque alguien más pensó que podía hacerlo».
4. A MAYOR INCOMODIDAD PRACTICADA, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Cuanto más insegura es una persona, más necesitad tiene de moverse por su zona de confort. Le aterra fallar y equivocare, le aterra la incertidumbre, le aterra el rechazo. Cuantas más cosas hagas que te incomoden, más autoestima y seguridad ganarás en ti mismo. Es lo que Tim Ferriss, autor de La semana laboral de 4 horas, denomina practicar el arte de la incomodidad. Cada día haz una cosa (no veinte, sólo una) que te incomoda: cuando se discuta en grupo propón dónde se sale o come; habla con un desconocido; ponte en primera fila en un evento; cómete la última loncha de jamón (queso) del plato; quéjate cuando el servicio en un establecimiento no sea bueno sin dejarlo pasar; haz algo para destacar (¿hablar de sexo? ¿colgar una foto atrevida?), exponte a la crítica y acéptala sin inmutarte y demuéstrate tu control mental; busca que te rechacen y den calabazas de vez en cuando (¿un cliente? ¿una chica?); coge un camino no habitual de vuelta al trabajo…. Si practicas la incomodidad como rutina, empezarás a sentirte cómodo en la incomodidad, y por tanto, más seguro de ti mismo y como resultado, estés donde estés  y estés con quién estés, empezarás a afrontar cualquier situación con una cierta normalidad y mayor control. Y mayor seguridad (en ti mismo) y mayor control, mayor poder.
5. A MAYOR AUTOSUGESTIÓN POSITIVA, MAYOR SEGURIDAD EN TI MISMO.
Tu inconsciente gobierna tu vida. Creemos que a lo largo del día tomamos muchas decisiones de manera consciente, pero no nos damos cuenta que todas esas decisiones (lo que pensamos) están previamente condicionadas por nuestras creencias (lo que creemos). Nuestro inconsciente son nuestras creencias, ese software mental que se ejecuta de manera automática sin pedir explicaciones. Así que si quieres que tu vida mejore, trabaja tu inconsciente. Si no trabajas tu inconsciente, tus posibilidades de éxito son limitadas. Se trata de autogenerarte estados emocionales positivos. Sí, funciona. Primero, cómo te hablas a ti mismo. Date duchas de ánimo. Recuerda las palabras de Robin Sharma en el post O controlas tus miedos o tus miedos te controlan a ti, donde comenta uno de sus diez hábitos diarios: «A lo largo del día (particularmente en la ducha) hago declaraciones para mí mismo, lo que yo llamo ‘declaraciones de éxito’ que me permiten mantener mis pensamientos centrados en lo que es importante. Los pensamientos son los antecedentes de los actos, porque una forma correcta de pensar conduce a una forma correcta de actúa». Todos esos mensajes se irán filtrando poco a poco al inconsciente —como cuando plantas una semilla en un jardín—aunque al principio no lo percibas. Pero si sigues cultivando tu jardín de la mente verás tus frutos. La gente ganadora controla sus diálogos internos porque existe una tendencia natural de la mente a la prudencia, a lo negativo, al modo supervivencia. Trabaja tu mente  (inconsciente) y tu mente (inconsciente) trabajará para ti.
Fuente http://www.franciscoalcaide.com/2015/07/todo-cambio-en-tu-vida-comienza-cuando.html

Actividades para lograr ser una persona mas segura

10 actividades para ser una persona más segura
Por Kim Lachance Shandrow

Confianza. No naciste con ella. Bueno, probablemente no. Esta característica es como un músculo, se fortalece con el tiempo. Sin embargo, muchos de nosotros batallamos con el amor propio toda la vida, sin llegar a desarrollar todo el potencial que tenemos.

La verdad es que no tenemos el valor de experimentar lo mejor de nuestra vida. Nos vamos a la segura. Tenemos tanto miedo a fracasar, de ser ridiculizados, que nunca nos arriesgamos.

La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para desarrollar la autoconfianza. Sin adentrarnos en pláticas baratas de autoayuda, debes empezar por aceptar que tú también puedes despertar un día sintiéndote fuerte, capaz y confiado. Listo para conquistar el mundo. Pero no sin salir de tu zona de confort.

Te presentamos 10 actividades que te pueden ayudar a aumentar tu auto-confianza. Te retamos a hacerlas y descubrir todo el poder que tienes dentro de ti.

1. Lidera con tus fortalezas

Trabaja en las áreas que destacas. Organiza tu día para enfocarte en lo que eres bueno. Esto te llevará a tener más éxitos lo que en turno te llevará a sentirte más confiado y seguro.

2. Monitorea tus triunfos

Empieza todos los días con una lista de pendientes realista con tareas que puedas ir tachando conforme avance la jornada. Cada vez que cumplas con un deber, sentirás que aumenta tu fuerza.

3. Una simple charla

Todos queremos ser mejores conversadores y dar una muy buena primera impresión. ¿Cómo lograrlo? ¡Platicando! La próxima vez que vayas al supermercado charla un poco con la cajera o la persona que está detrás de ti en la fila. Verás que la mayoría de las personas son amables y que realmente no hay qué temer. Cuanto más “practiques” hablar con extraños, más fácil será.

4. Prueba cosas nuevas

Busca en la red algunas actividades grupales que se den en tu localidad. Esto te dará más experiencia para ser la persona que quieres ser.

5. Sé espontáneo

A nadie le gusta sentirse excluido de la plática. Socializar en eventos puede parecer muy difícil, pero no es imposible. En lugar de pensar en razones para no ir a una reunión, mejor decide tajantemente si asistirás o no. Tu mente dejará de “enredarse” en escenarios hipotéticos y podrás aprender a desenvolverte en situaciones sociales.

6. Enfócate en tu lenguaje corporal

Mantén una buena postura, sonríe y ten contacto visual con las personas con las que hables. Con estas sencillas claves no solo te verás más seguro de ti mismo, te sentirás lleno de confianza.

7. Aventura a un lugar diferente

Agenda vacaciones en un lugar que te exija ser asertivo. Conocer lugares fuera de lo común te forzará a hablar con extraños, probar cosas exóticas y a desarrollar una gran fuerza interior.

8. Viaja solo

¡No hay mejor manera de desarrollar auto-confianza que aventurarse a un lugar diferente tú solo! La seguridad es un producto de adentrarse en terrenos desconocidos por tu cuenta, lejos de la rutina del día a día.

9. Haz ejercicio con otros

Los retos físicos también son excelentes para aumentar tu sentido de valor propio. Únete a un equipo local del deporte que más te apasione. Los deportes colectivos se basan en la buena comunicación para lograr una buena estrategia de juego.

10. Pruébate a ti mismo

Participa en una actividad exterior que te exija físicamente, como senderismo. Salirte de tu zona de confort para vencer un reto auto-impuesto te dará un increíble empujón de auto-confianza.

¿Conoces alguna otra actividad que pueda servirnos a aumentar la seguridad? ¡Te invitamos a compartirla en los comentarios!

Fuente: soyentrepreneur

Tienes que encontrar un motivo personal

Tienes que encontrar tu motivo personal
Por Francisco Alcaide Hernandez
¿Cuántas veces te has apuntado al gimnasio y has dejado de ir al poco tiempo? ¿Cuántas veces has comenzado dieta y has abandonado? ¿Cuántas veces has dicho que aprenderías inglés y no has cumplido? ¿Cuántas veces has prometido dejar de fumar y ya es historia?
Podríamos seguir y seguir y seguir con más ejemplos. Todas esas situaciones seguro que te resultan familiares y las has vivido en tus propias carnes o a través de alguien conocido cercano a ti.
La gente no hace lo que tiene que hacer porque no tiene un motivo suficientemente fuerte. En alguna ocasión he contado la siguiente historia de Robert Kiyosaki (@therealkiyosaki), uno de los personajes incluidos en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 9ª edición). El inversor cuenta como a su padre rico —el padre de su mejor amigo— mucha gente le preguntaba cómo podían hacerse rico. Y le explicaba esto:

«Muchas personas me preguntan cómo hacer algo. Yo solía decírselo hasta que me di cuenta de que incluso después de haberles dicho cómo hacía algo yo, con frecuencia no lo hacían. Luego me di cuenta de que no es el cómo lograr algo sino el porqué lograrlo lo que es más importante. La razón por la que la mayoría de la gente no hace lo que puede hacer es porque no tiene un porqué suficientemente fuerte. Una vez que encuentras tu porqué el cómo lograr la riqueza es fácil. En lugar de buscar dentro de sí mismos para descubrir su propio porqué querían volverse ricos, la mayoría de las personas buscan el camino fácil hacia la riqueza y el problema es que el camino fácil por lo general termina en un callejón sin salida».

Te pondré otro ejemplo reciente. Coincidiendo con el nuevo año 2016, Ángel Alegre (@dandolalata) en su post El verdadero motivo por el que no vas a conseguir tus objetivos este año escribía:

«Todavía recuerdo cuando mi primer negocio online empezó a funcionar y le contaba a mis amigos en España que ese mes, con una simple página web, había facturado el doble de lo que le ganaban ellos trabajando 50 horas a la semana. Todos sin excepción me pedían que por favor les explicase cómo hacerlo, y yo encantado les daba toda la información y respondía a sus preguntas. Sin embargo, exactamente CERO de esos amigos tuvieron éxito. Los que más lejos llegaron compraron un dominio, montaron una web sencillita y escribieron un par de artículos, pero no pasaron de ahí. ¡Y esos fueron sólo el 5%! El resto no hizo ABSOLUTAMENTE NADA. Su ambición era de mentira. Fake ambition».

Como puedes ver, no es el cómo, porque si el cómo fuese el problema bastaría mirar a quien ya ha llegado donde nosotros queremos llegar y modelar. El cómo es importante, pero hay algo previo que es el porqué.
Lo difícil no es saber lo que hay que hacer, lo difícil es hacerlo, y para ello es esencial tener un motivo, una razón, un porqué: ¿Qué pasaría si un día fueras al médico a una revisión y te dijera que tienes una enfermedad grave y que si no haces ejercicio tres días a la semana morirás en menos de un año? ¿Ahora tendrías una razón, un motivo, un porqué para ponerte a hacer ejercicio?
Seguro que sí porque habrías encontrado tu razón, tu motivo, tu porqué: el miedo a morir. No es casual que el cardiólogo Valentín Fuster [leer entrevista en el siguiente link] dijese en una ocasión:
Lo mejor para dejar de fumar es un infarto

La fuerza de voluntad, por mucho que se la encumbre, no es suficiente por sí sola; la fuerza de voluntad si no está sustentada sobre algo más grande, se agota pronto. La utilidad de la fuerza de voluntad sin más es un desgaste de energía demasiado grande. Por eso José Miguel Bolívar (@jmbolivar), en su obra Productividad personal apunta: «La fuerza de voluntad está sobrevalorada».¿Por qué es tan importante encontrar tu motivo personal?

1. Porque hará que no abandones. Los retos llevan tiempo, esfuerzo y energía, y si no encuentras tu motivo personal —eso que te pone de verdad—, es fácil poner punto y final a la aventura antes de lograr aquello que deseas. Tu motivo personal debe ser inspirador, cargarte de energía, estimularte.
2. Porque hará que no te disperses. Tener claro tu motivo personal —tu razón, tu porqué— te aporta sentido de dirección y eso hace que concentres ahí todas tus energías sin que te distraigas. Cuando no tienes un motivo personal sólido es fácil ir saltando de una cosa a otra, y ya sabes: la dispersión es aliada de la mediocridad.
3. Porque hará que no te dejes vencer por la pereza. Seamos sinceros, todos adoramos la comodidad, lo fácil, alternativa que lleva menos inconvenientes. Pero la comodidad no conduce a ningún sitio interesante. Para lograr algo hay que trabajar duro, y esa fuerza nace del interior cuando uno tiene un motivo para hacer algo.

4. Porque hará que ofrezcas un trabajo de calidad. Sin dudas, si tienes un porqué —un motivo, una razón— detrás de tus actuaciones siempre lo harás mejor y no te limitarás a cubrir el expediente. Tener un motivo hace que quieras seguir mejorando y aprendiendo y eso hace una diferencia que tu target lo valora y retribuye.5. Porque dará sentido a tu vida. El propósito es aquello que es importante para ti y te hace levantarte por la mañana más allá de un mero intercambio de servicios, de una relación mercantil o contractual. El propósito es lo que te permite hacer lo que haces para algo, con una finalidad, y no simplemente como un autómata.

¿Y cómo encontrar tu motivo personal?

Sólo de una manera: siendo sincero y honesto contigo mismo. Tienes que hacer introspección y mirar dentro. Hace algunos días dejaba en mi instragam la siguiente reflexión de Bob Dunham de The Institute for Generative Leadership:

«¿Qué es lo que te importa? Es una pregunta existencial que no tiene una respuesta correcta, pero que te abre un espacio para la creación, donde debes hacer tus propias declaraciones y traer lo que te importa a tu existencia».

Las preguntas nos obligan a pensar y las respuestas a tu actuar. Tu motivo personal —tu razón, tu porqué— es único, personal e intransferible, ya que no existen dos personas iguales. Tu motivo personal puede ser la libertad, el reconocimiento, la seguridad, el reto o lo que sea. Tienes que encontrarte contigo mismo, sacudirte de convencionalismos, prejuicios, necesidad de aprobación de los demás y otros sucedáneas para conectar con tu esencia y a partir de ahí construir.

Pregúntate siempre por qué quieres lo quieres. Ninguna opción es mejor que otra, lo importante es que sea tu opción. En el fondo, tú sabes lo que quieres, pero es más fácil mirar hacia otro lado y seguir la corriente sin autorreconocerte. Como se dice en Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición):

«El autoconocimiento es la base del desarrollo personal. Conocerse es vivir mejor. Si te conoces sabes qué es lo que más te importa; si lo sabes, puedes sentir a qué estás dispuesto y a qué te quieres comprometer. Desde tus propios compromisos puedes relacionarte con los demás, y entonces, sólo entonces, tus acciones estarán en coherencia contigo mismo».

Tu poder interior

Tener fuerza o poder interior es realmente el único modo de poder adaptarnos a un ritmo de vida, que cambia día a día, sin que nos volvamos locos. Esperamos que los demás cambien cuando el secreto está en empezar a recuperar nuestro poder interior.

¿Quién más que uno mismo tiene poder sobre si?
¿Quién tiene el poder de pensar en nuestra propia mente?
¿Acaso alguien puede impedirnos elegir tener pensamientos de prosperidad, puede alguien impedirnos actuar desde el amor, puede alguien frenarnos en aumentar nuestra propia felicidad?
Nadie puede obligarnos a tener ideas negativas, tristes, catastróficas, dañinas,…Pues nadie se puede meter en nuestra cabeza, ni tampoco sentir por nuestro propio corazón.

Durante siglos hemos buscado el poder fuera; en los padres, en los dioses, en los superiores, en los reyes, en los sabios, en magos, en la medicina, en la religión,… Ahora entendemos que el poder solo lo encontraremos dentro de nosotros mismos, en nuestro interior.

Dentro de todos y cada uno de nosotros brilla un poder interior que se expande en función de nuestras vivencias y comportamientos. Él nos guía natural y amorosamente hacia la salud perfecta, la pareja perfecta, la profesión perfecta y nos ofrece la prosperidad en todo aquello que deseamos.

Nuestro poder interior es el motor de nuestra felicidad
Amarnos a nosotros mismos es reconocer esa guía, es crecer con esa luz y hacer que se expanda libremente desde nuestro interior hacia su fuente, el mismo universo.
El peligro reside en el Olvido de quienes somos y qué hemos venido a hacer en este rincón de universo; que tipo de sentimientos hemos venido a experimentar, como seres humanos, a compartir y expandir en este mundo. El peligro reside en olvidarse de que todo este viaje ha sido programado y deseado por nuestra esencia divina.

Abandonarnos es darle la espalda a esta realidad. Olvidarnos de ser felices es convertirnos en seres prisioneros de la incapacidad (no soy capaz de esto, no voy a lograr lo otro, no me merezco esto, esto no es para mí…), en victimas de los demás (si mis padres se hubiesen comportado de otra forma, si mis hermanos me hubiesen entendido,…), nos convertimos en ciegos ante nuestra propia responsabilidad. En inválidos a la hora de aumentar nuestro propio poder interior. Nos convertimos en el renegado ante nuestro único guía interior. Negar nuestras capacidades nos convierte en victimas. Entonces surgen: el desamor, la rabia, el resentimiento, la tristeza, el dolor, la enfermedad y todo sentimiento de incapacidad, de autocrítica,…como llamadas de atención para decirnos: ¡ojo, que no es por ahí! ¡Qué eso no te hace feliz!

¿Y cómo puedo amarme a mismo?
La única forma de amarnos es aceptarnos tal y como somos, con nuestras rarezas, defectos, fallos, conscientes de que nuestra evolución está encaminada…Somos hijos del universo; y este no nos juzga ni nos critica. Solo quiere lo mejor para nosotros.

¿Y tú, acaso quieres lo mejor para ti?
Si el universo no nos juzga ni nos critica, ¿Por qué lo hacemos nosotros?
¿Quiénes somos nosotros para juzgarnos, castigarnos, privarnos si el Universo mismo no lo hace?

Algunos pasos para recuperar tu poder interior
Asumir nuestra responsabilidad: somos los únicos responsable de nuestra felicidad. De nada sirve mendigar a otros que nos hagan felices, ni tampoco culpar a otros y responsabilizarlos de nuestra propia infelicidad. Por mucho daño que nos hayan podido hacer solo nosotros tenemos la llave de nuestros pensamientos y sentimientos. Solo nosotros somos responsables de perdonar. Esto es un acto propio del único corazón del que disponemos. Aquí se encuentra la verdadera liberación del agredido y el verdadero poder interior.
Atreverse a expresar nuestros sentimientos: durante siglos hemos sido enseñados a que expresar emociones era cosa de débiles o de maleducados. La expresión de la rabia ha sido crudamente censurada, especialmente en la mujer. La tristeza y el llanto resultan insoportables para la mayoría: cuantas veces habremos visto a adultos animando a un niño que se ha hecho daño, a callarse y cortar su llanto, cuantas veces les podemos escuchar diciendo: no es nada. Pero al niño le duele. Reconocer el dolor lleva a tranquilizarse o tranquilizar al otro. Negar el dolor es automáticamente aumentarlo. Negar es un modo de enseñar, y así se nos ha enseñado, que las emociones, los dolores, no importan, no son nada. Y así aprendemos a tragar en vez de sacar y limpiar.
¿Cuántas emociones habremos tragado con los años…?
¿Cuántas emociones reprimidas llevamos con nosotros cada día
¿Cuanto daño nos hacemos expandiendo así el malestar por no enfrentarlo y sacarlo?

Reprogramar nuestra mente: para recuperar nuestro poder interior con nuevos pensamientos de valía y merecimiento alegra a nuestra más potente herramienta que es el corazón.
Devolverle su guía la hace renacer:
Me merezco lo mejor y ahora lo acepto.
Soy una y la misma cosa con el Poder que me ha creado.
Me amo y me acepto exactamente tal y como soy.
La felicidad corre por mi vida como la sangre por mis venas…
Realizar afirmaciones cada día es una eficaz forma de reorientar nuestras convicciones sobre nosotros mismos, la Vida…
Ahora elijo detectar e identificar los obstáculos que me señalan mi equivocación, que me sugieren el nuevo camino que puedo tomar.
Me autorizo a salir de las situaciones que puedan frenar mi vivencia de la felicidad. Estoy a salvo viendo crecer, día a día, mi poder interior.

Autor desconocido

Claves para conseguir el objetivo que te propongas

Por Aida Baida Gil

Las 2 claves para conseguir cualquier objetivo que te propongas:

Seguro que muchas veces te has preguntado qué hacen ciertas personas para conseguir lo que se proponen y si tú serías capaz de conseguir lo mismo. Ya sea cambiar de carrera, montar tu propio negocio o darle un giro a tu vida, hay personas que lo logran (con trabajo y esfuerzo, por supuesto) y personas que se pasan media vida pensándolo o poniendo excusas.

La diferencia radica en una sola cosa: actitud. Por supuesto hay muchas otras cosas necesarias o hasta imprescindibles, las cosas prácticas; pero esas, en general, las puedes aprender, contratar o comprar. La actitud no, y dentro de la actitud hay dos cosas que todas las personas que hemos puesto algo en marcha hemos tenido en cuenta. Son dos pasos clave que, sin embargo, no mucha gente lleva a cabo:

  1. Decisión
  1. Acción

Parece una tontería, pero nada más lejos de la realidad. En primer lugar tienes que saber lo que quieres y tomar la decisión de ir a por ello, y eso da lugar al segundo paso, hacer todo lo que sea necesario para conseguirlo, como si tu vida dependiera de ello. Ahí es donde se suele fallar.

Obviamente no es tan fácil como parece, lo fácil, lo cómodo es crearse mil y una excusas, que si la crisis, que si soy muy mayor o muy joven, que si no tengo dinero o tiempo o de todo. Ya he comentado en varias ocasiones que este tipo de excusas son un disfraz del miedo. Pero para un momento, imagínate que no tuvieras miedo, que supieras que las cosas te iban a salir bien… ¿Qué harías?

De verdad, piénsalo, si estuvieras segura de eso, ¿qué objetivo te propondrías? ¿Qué acciones tomarías? La cuestión es que hay oportunidades e ideas por todas partes, pero no las ves porque estás centrada en tus miedos y barreras internas, pero si por un momento estas desaparecieran, piensa, ¿qué oportunidades tendrías ahora mismo delante de ti?

Probablemente te ha pasado alguna vez, estas estancada e indecisa durante un tiempo y en cuanto te decides a hacer algo empiezan a surgir oportunidades y empiezas a tener cada vez más claro por donde ir. Porque muchas veces lo que da miedo es el cómo, ¿verdad? Y cómo llego yo allí, y cómo lo consigo. Lo interesante es que el “cómo” aparece una vez te has comprometido y has tomado la decisión. No falla. Además, no siempre es lo que esperas, ni de la forma en que lo esperas; por eso es importante tener la mente abierta y no obsesionarse con una determinada forma de hacer las cosas. Por experiencia te lo digo, como dice el refrán: “Cuando el alumno está listo, el maestro aparece.”

Luego viene la parte de hacer lo que tengas que hacer como si la vida te fuera en ello. Si quieres conseguir tus objetivos tienes que trabajar, así es la cosa y hacer lo que sea necesario, superando miedos y barreras. ¿Es fácil? No siempre, pero lo más dificil es dar el primer paso, una vez has empezado ya no cuesta tanto. Es fundamental también ser flexible y cambiar los comportamientos y actitudes que sean necesarios. Eso es también lo que falla en muchos casos, cuando te has propuesto algo y no avanzas, no ves resultados. Entonces es hora de pararte a pensar qué estás haciendo o no haciendo.

Es hora de cambiar cosas porque ya sabes que es de locos esperar un resultado distinto haciendo siempre lo mismo (como dijo Einstein). Hay que cambiar e implementar, tomar acción, estar dispuesta a hacer cosas que no has hecho antes, a seguir adelante a pesar de tus miedos o si no, ¿cómo pretendes ver resultados?

Y si eres de las que piensa “eso ya lo sé, no dices nada nuevo” (que es cierto, poco nuevo se puede decir hoy en día), sólo una cosa, si de verdad lo supieras tendrías resultados. Así que si te estás preguntando por qué no consigues lo que te propones ya sabes lo que tienes que hacer: toma la decisión de conseguir tu objetivo, haz lo que haga falta y adaptate a las circunstancias. Sin excusas.

Fuente: http://ciclog.blogspot.com.ar/2013/01/las-2-claves-para-conseguir-cualquier.html

Métodos para alcanzar tus deseos

Todas las personas tienen cientos, incluso miles de deseos que van desde los más pequeños, tales como dormir simplemente un poco más en la mañana, hasta grandes deseos como ganar muchísimo dinero y tener la vida de sus sueños.

Hay deseos que nos vienen a la mente de forma diaria, deseos que no te das cuenta que se cumplen automáticamente. Estos deseos incluyen comer, beber e incluso respirar aire. Ni siquiera piensas en ello, simplemente cumples estos deseos porque ellos son necesarios. Hay otros tipos de deseos que si son notables y que aún siguen siendo fáciles de cumplir. Puedes querer muchos deseos que son relativamente fáciles de lograr si se toman medidas al respecto. Los deseos a este nivel puede incluir por ejemplo, pedirle una cita a esa persona especial por primera vez o conseguir el trabajo que deseas. Estos deseos requieren un poco de esfuerzo para lograr consumarlos.

Los grandes deseos que tú tienes, también conocidos como “sueños” no son tan fáciles de conseguir. De hecho, estos deseos son vistos por la mayoría de la gente como casi imposibles de cumplir. La razón por la cual parecen como deseos imposibles, es porque el esfuerzo a realizar para alcanzarlos es muy grande además de no haber garantía de que se cumplirán aun poniendo todo nuestro empeño en ellos.

El problema no está en los grandes deseos que crees que son imposibles de cumplir, el problema es que no tienes una mentalidad adecuada.

Esto es causado por muchos factores. Hay algunas cosas que puedes hacer para cambiar tu forma de pensar en otra, lo cual te permitirá no sólo a creer que estos deseos son alcanzables, sino que además tendrás métodos para iniciar el proceso de atraer estos deseos hacia ti y convertirlos en realidad

  1. Convierte en una persona positiva

Ser positivo es absolutamente esencial. No voy a describir cómo convertirte en una persona más positiva.. Simplemente debes saber que si tienes la negatividad inculcada en tu mente, nunca serás capaz de convertir tu deseo o sueño más grande en algo alcanzable y mucho menos en una realidad. Para un mejor entendimiento de este aspecto, te recomiendo que leas el siguiente artículo: El poder de la actitud positiva.

  1. Rodéate a ti mismo con personas de ideas afines

Si deseas convertir tus sueños en realidad, debes tener ayuda. Los grandes deseos requieren un mayor esfuerzo para alcanzarlos y son difíciles de hacerlo por ti mismo. Necesitas comenzar a rodearte con personas en tu vida que tienen los mismos deseos. Personas de ideas afines, que sean positivas, que estén orientadas a objetivos y créeme que tus sueños podrán hacerse realidad.

  1. Ponte a ti mismo en un entorno adecuado

Tan importante como la gente con la cual te rodeas, es el entorno alrededor tuyo. Esto significa que si tu deseo es ser escritor y ganarte la vida escribiendo en blogs, entonces necesitas aprender todo lo posible acerca de los blogs, la forma de conseguir tráfico para tu sitio web, cómo escribir o redactar mejor, cómo trabajar en internet con otros bloggers y así sucesivamente. Lo mismo ocurre si deseas abrir tu propio negocio y convertirte en millonario. Tienes que aprender todo lo que puedas sobre el nicho de negocio al cual deseas entrar y rodearte de gente relacionada al área.

Las razones de rodearte de un medio ambiente adecuado, no es tan sólo para aprender, ni para crear tu red de contactos, sino para ayudarte a mantener tu deseo cada vez más vivo. Si no mantienes un fuerte deseo seguramente fracasarás. Esto me lleva al siguiente método.

  1. Mantén el compromiso y la pasión

El compromiso y la pasión son dos de los aspectos más importantes que separan a las personas que van a conseguir sus mayores deseos de aquellos que no lo harán. ¿Qué vas a hacer cuando choques contra un obstáculo o los pensamientos negativos comiencen a golpearte a lo largo de tu viaje? Esto sucederá en algún momento del camino. Necesitas tener compromiso para seguir luchando en tiempos difíciles y pasión por tu deseo para poder mantenerlo vivo.

  1. Usa “La Fuerza”

Bromas aparte, una vez que empieces a creer y a tomar las medidas adecuadas para conseguir tus deseos, el universo, la conciencia superior, el creador, Dios, lo que quieras llamarlo, va a empezar a atraer tus deseos hacia ti. La clave es creer que tu deseo se hará realidad, mantener el deseo en tus pensamientos en todo momento y verte a ti mismo

Fuente: http://ciclog.blogspot.com.ar/2012/08/los-mejores-metodos-para-alcanzar-tus.html

12